LISBOA.- El caso de una niña de cinco años, que falleció víctima de los malos tratos del padre y la abuela, y cuyo cuerpo fue lanzado al río Duero, conmocionó a la sociedad portuguesa.
El cuerpo de Vanessa apareció el pasado domingo flotando en el río Duero y la autopsia reveló que no había muerto ahogada.
Al ser detenidos, el padre de la niña confesó que ’’había sufrido algunas lesiones accidentalmente’’, mientras que la abuela declaró que no pegaba a la menor, pero ambos admitieron que habían lanzado el cuerpo al río.
Según ’’Jornal de Noticias’’, la policía determinó que la niña pasó tres días en estado agonizante en su casa, sin ser conducida a ningún hospital.
Al fallecer, el padre y la abuela decidieron lanzar el cuerpo al río Duero y disimular que la niña se había ’’perdido’’ en un mercado.
Otros familiares de la pequeña reconocieron que Vanessa sufría malos tratos por parte de la abuela y del padre. La autopsia reveló varias fracturas antiguas en el cuerpo de la niña.