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Benedicto XVI vuelve a la "tradición" y no presidirá beatificaciones

No obstante, seguirá a cargo de las canonizaciones, pues la normativa de la Iglesia establece su presencia.

04 de Mayo de 2005 | 13:28 | EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- Benedicto XVI no presidirá la ceremonia de beatificaciones del próximo 14 de mayo en el Vaticano, retomando una tradición interrumpida en 1971, cuando Pablo VI decidió oficiar estas ceremonias, al igual que su sucesor Juan Pablo II.

El anuncio de que Papa Ratzinger no presidirá las beatificaciones del sábado 14 de mayo, lo hizo hoy el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, que precisó que no se trata de una "novedad absoluta", sino de la recuperación de una "tradición de hace siglos, que se mantuvo hasta 1971".

Hasta ese año, los papas no presidían ceremonias de beatificaciones, ni siquiera cuando se celebraban en la basílica de San Pedro del Vaticano.

El rito, según precisó el cardenal Saraiva a Radio Vaticano, lo presidía un obispo y un purpurado, delegado del Pontífice.

La interrupción

Pablo VI en 1971 (ocho años después de ser elegido Pontífice) decidió oficiar personalmente la ceremonia de beatificación de Maximiliano Kolbe. Era la primera vez que ocurría

En 1975, durante el Año Santo, Pablo VI ofició otras beatificaciones y a partir de entonces se convirtió en una práctica habitual, hasta el punto que Juan Pablo II en sus 26 años y medio de Pontificado beatificó a más de 1.300 Siervos de Dios.

Ahora, Benedicto XVI ha querido volver a la tradición y la ceremonia de beatificaciones del 14 de mayo la oficiará en su nombre el cardenal Saraiva Martins.

La ceremonia se celebrará a las cinco de la tarde local (11:00 hora de Chile) y en sábado. Hasta ahora todas las que beatificaciones que se celebraban en la plaza de San Pedro se hacían en domingo.

Los nuevos beatos

Los nuevos beatos, los dos primeros del Pontificado Ratzinger, serán dos religiosas, la española Ascensión del Corazón de Jesús, cuyo nombre de pila era Fiorentina Nicol Goñi (1868-1940) y la estadounidense María Ana Barbara Cope (1838-1918).

Ascensión del Corazón de Jesús nació en 1868 en Tafalla (Navarra, norte de España), y entró en la orden de las Religiosas Dominicas de la Tercera Orden de Huesca, de la que fue profesora y directora del colegio anexo al monasterio.

Marchó a Perú, donde trabajó junto al obispo dominico Ramón Zubieta en la fundación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Rosario, de la que fue la primera superiora general. Falleció en Pamplona (Navarra) en 1940.

María Ana Barbara Cope pertenece a la Tercera Orden Franciscana de Siracusa, de Nueva York (EEUU) y es conocida como la Madre Mariana de Molokai.

Sí en las canonizaciones

La beatificación es el paso previo a la canonización, es decir la proclamación de la santidad.

Según la normativa de la Iglesia, sólo la canonización implica la autoridad del Papa.

Y es que la proclamación de un santo es diferente a la de un beato y uno de los actos más importantes del Papa, ya que en él se acepta la infalibilidad del Pontífice, pues la persona que presenta como santo es un cúmulo de virtudes, ejemplo a seguir para todos.

La Iglesia admite para el beato el "culto privado", es decir en la zona donde nació o ejerció su labor, mientras que al santo se le reconoce el culto universal y es modelo público para todos los creyentes.
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