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Discursos de Bush y Putin tensionan 60 aniversario del fin de la II Guerra Mundial

Presidente Bush dijo que tras el fin de la II Guerra Mundial comenzó otra "tiranía para millones de personas en el continente europeo".

07 de Mayo de 2005 | 16:20 | Agencias

Homenajes en Moscú
RIGA.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, celebró hoy en Letonia la expansión de la democracia y la libertad en Europa del Este al renovar las presiones sobre Rusia para que se mantenga en el curso democrático y cuestionar la "tiranía soviética" tras la Segunda Guerra Mundial.

Durante una visita a Letonia, en vísperas del acto central que se celebrará este lunes en Moscú para conmemorar el 60 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, se hicieron visibles las tensiones con el mandatario ruso, Vladimir Putin.

Bush cuestionó en Riga la ocupación soviética en los países bálticos tras la derrota de Adolf Hitler.

Sin mencionar a Moscú, el mandatario estadounidense aseguró que que con el final de la guerra comenzó otra "tiranía para millones de personas en el continente (europeo)".

El mandatario recordó la división de Alemania, la "captura" de los países bálticos por "otro reino totalitario" y la cortina de hierro que separó a países como Polonia de occidente. Con gran valor los pueblos oprimidos lucharon por su independencia de modo de que por fin consiguieron, años más tarde, la victoria de la libertad que implicaba la derrota de los nazis, afirmó.

Bush elogió además la "ola de democratización" en Europa del Este tras la caída de la Unión Soviética y en un mensaje dirigido a Putin destacó que la existencia de democracias vecinas es una ventaja para Rusia.

"Es una bendición tener democracias junto a las fronteras", aseguró tras un encuentro en Riga con los presidentes Vaira Vike- Freiberga (Letonia), Arnold Ruutel (Estonia) y Valdas Adamkus (Lituania).

Estados Unidos nunca reconoció ni aceptó la ocupación soviética de las naciones bálticas y es consciente de su sufrimiento, aseguró Bush.

"Nunca lo olvidaremos", agregó, pese a lo cual manifestó esperar "que estemos en condiciones de avanzar hacia adelante".

Con respecto a la situación interna en Rusia, comentó que ha mejorado mucho en los últimos 15 años y que Estados Unidos coincide con Putin en que el futuro del país está en Europa y que la democracia local no puede ser determinada desde el exterior.

"Una nación sigue su propio camino (...) Pero a la larga será la fortaleza de la democracia rusa la que determine la grandeza de Rusia".

Sus comentarios tuvieron lugar en el marco de crecientes tensiones por su visita a Moscú y las preocupaciones expresadas por Washington sobre supuestas presiones en Rusia sobre los principios democráticos.

A la vez, el político conservador destacó que el mundo libre tiene la obligación de contribuir a que se acabe "la última dictadura de Europa", en Bielorrusia. "La opresión no tiene espacio en este continente", dijo.

La visita de Bush a Letonia poco antes del desfile en Moscú generó molestia a Putin, sobre todo después de que Ruutel y Adamkus declinaran participar en vista del pasado histórico.

Tampoco cayó bien en el Kremlin que Bush decidiera ir justo después de las celebraciones en la capital rusa también a la ex república soviética de Georgia, ahora independiente. Estas tensiones ensombrecen un encuentro el domingo por la tarde entre Bush y Putin en la "dacha" de este último y una cena posterior que sólo durará una hora.

La incomodidad de Putin se reflejó en una entrevista de la cadena norteamericana CBS en la que plantea cuestionamientos sobre las elecciones norteamericanas de 2000 y la decisión de Bush de iniciar la guerra en Irak. Durante la semana Putin dijo también que Estados Unidos no debiera crerse con el derecho de dar lecciones de democracia.

En la entrevista, de la que se emitieron algunos extractos como adelanto y que será emitida en la noche del domingo, Putin afirma que Bush debería analizar la democracia de su propio país antes de hablar de los problemas de Rusia, pues las elecciones en su país son directas, lo que las hace más democráticas que las estadounidenses, donde los votantes sólo definen a los electores.

También critica que el Tribunal Supremo norteamericano interviniera en los comicios de 2000. En aquella ocasión, la máxima corte del país otorgó la victoria a Bush.

Putin inauguró en tanto las celebraciones en Moscú con un monumento en honor a las tropas soviéticas de 1945. Rusia tuvo un papel decisivo en el fin del fascismo, aseguró el mandatario.

El presidente ruso encabezará el lunes el acto central en Moscú en memoria del fin de la Segunda Guerra Mundial, al que asistirán más de 50 jefes de Estado y de Gobierno.

A su llegada a Letonia, el presidente estadounidense recibió este sábado la máxima condecoración del país, por su papel como "combatiente por la libertad en todo el mundo", según Vike-Freiberga.

Bush se trasladó a continuación a Holanda, donde participará el domingo en un acto en el cementerio de Margraten, cerca de Maastricht, donde están enterrados unos 8.000 soldados estadounidenses. Su arribo estuvo acompañado por diversas manifestaciones de protesta.

En Berlín, miles de personas se concentraron hoy en la Puerta de Brandeburgo para asistir al inicio de los actos recordatorios, en el que los dirigentes políticos exigieron una acción más decidida en contra de la extrema derecha.

El canciller alemán, Gerhard Schroeder, cuestionó los esfuerzos por "reinterpretar la historia". Existen intentos por cambiar juicios y efectos y omitir culpas y responsabilidades de la Alemania nazi, escribió Schroeder en el diario "Sueddeutsche Zeitung".

El canciller pidió además disculpas al pueblo ruso por el sufrimiento padecido durante la Segunda Guerra Mundial, en un artículo publicado hoy en el popular diario moscovita "Komsomolskaya Pravda".

"Pedimos perdón por el sufrimiento que fue causado al pueblo ruso y a otros pueblos por los alemanes y en nombre de los alemanes", dijo el canciller en su artículo. Por ello, agrega, considera la invitación del presidente ruso a las celebraciones del próximo lunes como un "gran honor y muestra de la confianza en el pueblo alemán".

Polonia también celebró hoy el acto central por el aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en la ciudad de Wroclaw (Breslau), en el que el presidente, Aleksander Kwasniewski, llamó a rescatar la verdad en el análisis de la historia.

Al recordar las consecuencias de la Conferencia de Yalta, Kwasniewski subrayó que el día de la capitulación de la Alemania nazi no está ligado exclusivamente con la liberación y la esperanza. "El fin de la guerra no significó la devolución de la soberanía", lamentó.
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