LONDRES.- La reina Isabel II de Inglaterra presentó hoy el programa legislativo para los próximos 18 meses del recién reelecto gobierno del Primer Ministro Tony Blair, que incluye la controvertida introducción del documento de identidad en Gran Bretaña y un endurecimiento de las políticas de asilo e inmigración.
El programa, que tradicionalmente anuncia en la Cámara de los Lores la reina en medio de una gran pompa, incluye un paquete de 45 leyes a ser llevadas al Parlamento antes de noviembre de 2006.
Los ambiciosos planes del gobierno laborista, que reflejan la reforma de la agenda fijada por Blair, pretenden demostrar que los laboristas no han perdido fuerza en su tercer mandato consecutivo en el gobierno, señalaron comentaristas británicos.
Una de las mayores pretensiones del gobierno es la de restaurar una "cultura de respeto" en la comunidad, señaló Isabel II, de 79 años, en lo que se conoce como el Discurso de la Reina.
La primera prueba para el nuevo gobierno, cuya mayoría parlamentaria se ha visto reducida de una ventaja de 166 escaños en el mandato anterior a 67 en el actual, es la introducción prevista del carnet de identidad, basado en un sistema computerizado y que será la primera tarjeta identificativa en la historia de Gran Bretaña tras la Segunda Guerra Mundial.
Los liberales demócratas se oponen a la ley para introducir el documento de identidad. En segunda lectura en el Parlamento anterior a las recientes elecciones hubo también 19 laboristas que votaron en contra del proyecto.
Los nuevos carnets, que contendrán datos sobre huellas dactilares y el iris de los ojos, deben servir según el gobierno en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.
Blair, que ha sido criticado por su "estilo presidencial" de gobernar, ha prometido en su tercera legislatura un estilo con mayor consenso en su gobierno.
En lo que a la esfera internacional se refiere, los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de paz en Medio Oriente, la lucha contra la pobreza en África y el cambio climático se encuentran entre las prioridades del gobierno laborista.
Con la vista puesta en la presidencia rotativa de la Unión Europea, que Gran Bretaña asume el próximo 1 de julio, el gobierno prometió defender el éxito de la Unión y anunció la preparación del referéndum sobre la Constitución Europea, a la que se opone, según las encuestas, una mayoría de los ciudadanos británicos.
