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Famoso dedo en guiso Wendy's se usó para saldar deuda de 50 dólares

La policía dijo que el dedo hallado en el plato de fríjoles pertenecía a un compañero de trabajo del marido de la denunciante.

18 de Mayo de 2005 | 17:28 | EFE
SAN FRANCISCO.- El dedo encontrado en un guiso de un restaurante de la cadena Wendy’s fue cedido por un hombre que lo perdió en un accidente al marido de la mujer que luego denunció su hallazgo, para saldar una deuda, informó hoy un diario.

La madre de Brian Paul Rossiter, el hombre que perdió el dedo, afirmó al "San Francisco Chronicle", que su hijo pagó con el apéndice una deuda de 50 dólares que tenía con James Plascencia, el marido de Anna Ayala.

"Mi hijo es la víctima de todo esto. Creo que le pilló por sorpresa y no entendió lo que estaba sucediendo", dijo la madre de Rossiter al diario.

Se trata de otra vuelta de tuerca más en el rocambolesco caso que comenzó en marzo, cuando Anna Ayala dijo haber encontrado el apéndice flotando en su plato de fríjoles con carne en un local de la cadena de comida rápida Wendy’s en San José (California).

El misterio quedó parcialmente resuelto el pasado viernes, cuando la policía dijo que el dedo hallado en el plato de fríjoles pertenecía a un compañero de trabajo del marido de Ayala, Brian Paul Rossiter.

Al parecer, Rossiter perdió el apéndice en un accidente con una grúa en diciembre y se lo cedió a Plascencia para saldar una deuda de 50 dólares que tenía con este.

De momento no han trascendido más detalles sobre el asunto, aunque todo parece indicar que Plascencia, que está detenido por otro motivo, pasó a su vez el apéndice a su esposa.

A Ayala se le acusa de pretender buscar un acuerdo financiero con los restaurantes a modo de indemnización.

La policía consiguió dar con la persona a la que pertenecía el dedo gracias a una llamada al número habilitado por Wendy’s, que incluso ofreció una recompensa de 100.000 dólares a cambio de información sobre el caso.

La noticia del hallazgo del dedo no tardó en correr como la pólvora y se barajaron las más peregrinas teorías, como que pertenecía a una ex domadora de animales salvajes, y fue objeto de chascarrillos en los programas de televisión nocturnos.

El dedo le ha supuesto a la empresa de comida rápida, la tercera del país con unos 6.600 locales, pérdidas millonarias en los establecimientos del norte de California.

También podría salirle muy caro a Ayala, que se encuentra encarcelada mientras no pague la fianza de medio millón de dólares y se enfrenta a siete años de cárcel por este y otros engaños.
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