Campesinos bolivianos durante las protestas del viernes pasado. |
LA PAZ.- Bolivia vive una nueva jornada de tensión debido al reinicio de las protestas por los hidrocarburos, los rumores sobre un supuesto golpe de Estado y la petición de un referéndum sobre autonomía de los departamentos, que convocó la región de Santa Cruz.
Las manifestaciones de campesinos y cocaleros, encabezadas por el Movimiento al Socialismo (MAS), confluirán hoy en la sede de gobienro, en La Paz, con diversos pedidos y rechazando tal referéndum, que consideran como un intento de dividir al país.
Las marchas se reanudarán además entre denuncias sobre un supuesto plan de golpe, preparado por el presidente del Parlamento, Hormando Vaca Díez, y que fue desmentido por el alto mando castrense.
Vecinos y dirigentes de la ciudad de El Alto, aledaña a La Paz, se sumaron a la denuncia que había formulado el jefe del MAS, Evo Morales, sobre los presuntos aprestos golpistas y anunciaron que marcharán por la democracia y en rechazo a la consulta convocada por Santa Cruz.
El concejal alteño, Roberto de la Cruz, dijo que "los sectores sociales quieren aplastar esta intención de la derecha y velar por la unidad del país".
Al reaccionar a estas versiones, el ministro de Defensa, Gonzalo Arredondo, aseguró que "pensar en golpe de Estado está completamente fuera de lugar".
"Las Fuerzas Armadas tienen como parte de su misión resguardar el orden interno de la República, mantener la tranquilidad, proteger los servicios públicos esenciales y en cuanto el señor presidente (Carlos Mesa) lo disponga, vamos a cumplir con esta tarea", afirmó.
En igual sentido se pronunció el comandante de las Fuerzas Armadas, almirante Luis Aranda, quien indicó que "en el vocabulario de la institución militar no existe la palabra golpe".
El MAS espera congregar a unas 10 mil personas en el centro paceño, donde está previsto un "cabildo abierto", para exigir modificaciones a la Ley de Hidrocarburos que sancionó el Legislativo y la realización de la Asamblea Constituyente.
El Alto convocó un paro general, mientras que a las manifestaciones se sumarán la Central Obrera Boliviana (COB), la Central Obrera Regional de El Alto (COR), los maestros, los trabajadores de la salud y los mineros, entre otros.
Las autoridades anunciaron que no se reprimirán las marchas siempre que éstas se desarrollen con tranquilidad.
