AMSTERDAM.- Los holandeses acudieron el miércoles a las urnas en un referéndum nacional para pronunciarse sobre la Constitución europea y los sondeos de opinión indican que el país bajo se unirá a Francia en rechazar el histórico documento.
Las encuestas indican que casi el 60% del electorado se pronunciará por el "no" —un resultado que tras el rechazo dado por Francia el domingo-, dejará a los líderes europeos sin un plan de contingencia. La carta magna debe ser aprobada por las 25 naciones de la Unión Europea, ya sea en referéndum o por sus parlamentos, para entrar en vigencia a fines del 2006.
Nueve países han ratificado la Constitución, ya sea por referéndum o votación parlamentaria. Francia fue la primera que lo rechazó, y algunos analistas sostienen que la respuesta gala podría animar a los holandeses que deseaban evitar el estigma de ser los únicos en rechazar el documento.
Los centros de votación abrieron a las 7:30 de la mañana y cerrarán a las 9 p.m. (1900 GMT), y los primeros resultados serán anunciados media hora después. El referéndum no es vinculante, pero los líderes holandeses prometieron aceptarlo siempre y cuando el resultado sea contundente y la asistencia superior al 30%.
Para las 11 de la mañana, el 12% del electorado había votado, dijo la cadena radial NOS, cifra que indica que será superada la participación del 30% de continuar esa tendencia. La participación en las dos últimas elecciones parlamentarias holandesas fue del 80%, y casi llegó al 40% en los comicios de hace un año para el Parlamento Europeo.
El Primer Ministro Jan Peter Balkenende votó en su centro de Capelle aan den Ijssel, cerca de Rotterdam, y bromeó con los reporteros y fotógrafos que "notaron correctamente que fue un voto de "sí" ¿No es así?".
El martes por la noche el Primer Ministro pidió a sus conciudadanos que aprueben la constitución. "Esperemos que cuando se encuentren en la cabina de votación, la gente piense en todos aquellos que dicen que esta constitución será un acontecimiento positivo".
Los oponentes de la constitución temen que Holanda, una nación de sólo 16 millones de personas, quedará envuelta por un superestado con sede en Bruselas y dominado por Alemania, Francia y Gran Bretaña. Podría ser el final de la política tolerante holandesa, como el consumo legal de la marihuana, la prostitución y la eutanasia, insisten los partidarios del "no".
