SEÚL.- Corea del Sur y Japón llegaron hoy a un acuerdo para poner fin a una tensa jornada entre patrulleras guardacostas de ambos países, debido a las sospechas de que un pesquero surcoreano faenara en aguas niponas.
Las autoridades japonesas permitieron, finalmente, que el barco de pesca y toda su tripulación pudiera regresar a Corea del Sur, a condición de que el capitán admitiera por escrito haber violado la ley nipona por no permitir inspeccionar su nave.
Además, a cambio de su liberación, accedió a pagar 500 mil yenes (4 mil 545 dólares), según el acuerdo alcanzado tras una larga y acalorada negociación en aguas neutrales, donde llegaron a permanecer frente a frente hasta 13 patrulleras de ambos países, con el pesquero en medio.
El incidente se produjo ayer cuando el barco surcoreano fue sorprendido dentro de las aguas pertenecientes a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) japonesa, en el Mar Oriental de la península coreana.
Según las autoridades japonesas, el pesquero huyó para no ser inspeccionado por las patrullas japonesas tras violar la ZEE, al sospecharse que había faenado de manera fraudulenta.
Uno de los nueve tripulantes de la nave Hwang Kap-soon se quejó de que, mientras trataban de regresar a las aguas surcoreanas, fue apaleado por unos guardacostas japoneses que habían penetrado en el barco, acusaciones que fueron negadas por las autoridades niponas.
La situación se complicó aún más cuando el pesquero fue rodeado por siete patrulleras japonesas y seis surcoreanas, para reclamar la custodia del presunto infractor.
Las autoridades de Corea del Sur afirmaron, tras alcanzar el acuerdo, que inspeccionarán el barco y decidirán si lo penalizan.
Este incidente se produce en un delicado momento de las relaciones entre ambos países, originados por la disputa de unos islotes.