BUENOS AIRES.- Un tribunal argentino comenzó hoy el juicio contra una joven que hace poco más de dos años mató a su bebé, fruto de una violación, en medio de manifestaciones que reclaman la absolución de la acusada.
El caso ha suscitado una gran polémica debido a que Romina Tejerina, de 21 años, está detenida desde febrero de 2003 y puede ser condenada a cadena perpetua, mientras que el hombre que la violó está libre y fue sobreseído por la justicia.
La joven entró hoy llorando a una sala de los juzgados de la norteña provincia de Jujuy donde se la juzga por "homicidio agravado por el vínculo".
Mientras, en las calles de la capital jujeña, a mil 500 kilómetros al norte de Buenos Aires, se concentraron grupos de mujeres junto a organizaciones de defensa de los derechos humanos, para pedir que Tejerina sea absuelta y dejada en libertad.
Episodio psicótico
Durante la madrugada del 1 de agosto de 2002, la chica, que en ese entonces tenía 18 años, fue abusada sexualmente por un hombre de 42 años, que poseía un comercio en San Pedro, la misma ciudad donde creció la víctima.
La joven, miembro de una familia humilde, nunca habló con nadie de lo sucedido a pesar de que quedó embarazada como consecuencia de la violación y poco más de siete meses después, el 23 de febrero de 2003, dio a luz a una niña.
Sola y desesperada, Tejerina parió en el baño de su casa y allí mismo tomó un cuchillo de cocina y le asestó 17 puñaladas al bebé porque, según dijo después a una de sus hermanas, "tenía la cara del violador".
Cuando fue detenida, el mismo día de los hechos, la chica identificó como su agresor al comerciante Eduardo Vargas, quien pasó apenas 23 días preso y fue sobreseído por el juez que investigó el caso, quien no halló pruebas en su contra.
En el juicio contra Tejerina, está prevista la declaración de una docena de testigos en tres días de audiencias y el veredicto podría conocerse el próximo lunes.
Según los peritos que intervinieron en la instrucción del caso, la joven sufrió un "ataque neurótico" y una "disociación de la realidad" que pudieron haberla llevado a matar a su hija recién nacida.
La abogada de la joven, Mariana Vargas, ha dicho que su cliente es víctima de "una campaña de difamación terrible" y sostuvo que apeló a las insostenibles resoluciones judiciales vinculadas a estos hechos, que, a su juicio, están plagadas de irregularidades.
"Hemos planteado el sobreseimiento de Romina y su inimputabilidad porque, en el momento del hecho, sufrió un episodio psicótico, lo que consta en las pericias psiquiátricas que le realizaron en aquel momento", aseguró.