LA PAZ.- Bolivia deploró este jueves la decisión de Estados Unidos de advertir a sus ciudadanos sobre la inconveniencia de viajar a este país andino, sumido en una crisis política y social de proporciones.
"Es lamentable la decisión que toma el gobierno norteamericano que (por otra parte) es comprensible (porque) ellos tienen la obligación de velar por la seguridad y las vidas de sus ciudadanos", afirmó el canciller boliviano, Juan Ignacio Siles en declaraciones a una emisora local.
En un comunicado, Estados Unidos alertó a sus ciudadanos sobre los continuos disturbios en Bolivia.
El Departamento de Estado pidió a quienes residen o viajan al país andino "estar al tanto de que varios grupos dentro de Bolivia han realizado protestas, manifestaciones y bloqueos desde el 16 de mayo para protestar por la política de hidrocarburos" del gobierno de La Paz.
A su vez el consulado argentino puso a disposición de sus connacionales un número telefónico al cual comunicarse en caso de urgencia ante el pedido de la disolución del Congreso, la eventual renuncia del presidente Carlos Mesa, un referendo sobre la autonomía regional y la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
El ministro boliviano de Exteriores consideró que los reportes de caos social y vandalismo callejero que transmiten medios internacionales sobre la crisis boliviana contribuyeron a ahondar en el exterior la imagen que exporta estos días el país andino.
"Se ven actos de vandalismo que no tienen nada que ver con un espíritu democrático de solidaridad. Eso afecta a la imagen gubernamental a nivel del ciudadano común de otros países", lamentó.
Siles resaltó que, de todas formas, las protestas de miles de indígenas y campesinos y los cortes de rutas por parte de nativos en diversos puntos de Bolivia no derivaron aún en hechos de violencia.
"Se mantiene el orden a pesar de todo", insistió el jefe de la diplomacia boliviana.
"A pesar de las movilizaciones, de los enfrentamientos, no hay derramamiento de sangre, no hay heridos y eso hay que destacar", apuntó, luego de ponderar que "las marchas en general han sido pacíficas (y) eso ha permitido mantener la calma y hasta cierto punto el orden dentro del país".
