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Crisis en Bolivia amenaza con empeorar tras renuncia de Mesa

Todavía es incierto si la oferta de dimisión calmará a los manifestantes que han bloqueado La Paz y otras ciudades durante más de dos semanas. El Congreso debe resolver la sucesión.

07 de Junio de 2005 | 08:48 | Reuters
LA PAZ.- Bolivia se enfrentaba el martes a una profundización de su crisis política, luego de que el Presidente Carlos Mesa presentara su renuncia en un intento por calmar las manifestaciones que reclaman la nacionalización de los hidrocarburos.

Mesa, un político independiente con poco apoyo en el Congreso, ha luchado por permanecer en el poder mientras enfrentaba las crecientes demandas indígenas por mayor control estatal sobre la segunda reserva de gas más grande de América Latina.

El funcionario presentó su renuncia el lunes por la noche, en lo que es la segunda vez que intenta bajarse del cargo este año, pero seguirá en funciones hasta que el Congreso tome una decisión sobre su propuesta.

Todavía era incierto si la oferta de dimisión de Mesa calmaría a los manifestantes que han bloqueado La Paz y otras ciudades durante más de dos semanas y causado en la capital política del país escasez de gasolina y alimentos.

"Es mi responsabilidad decir que esto es lo más lejos que se puede llegar. He tomado la decisión de presentar mi renuncia a la presidencia’’, dijo Mesa en una transmisión televisiva en vivo el lunes por la noche.

Horas antes del mensaje de Mesa, decenas de miles de manifestantes indígenas, mineros y estudiantes colmaron el centro de la capital para presionar por sus demandas, mientras llamaban a seguir con los bloqueos de carreteras que han mantenido sometida a La Paz.

Rechazo a renuncia anterior

El Congreso rechazó en marzo la presentación anterior de la renuncia del mandatario, a la que sus críticos calificaron como un intento político para disminuir las tensiones.

La última ola de protestas vino después de que el Congreso aprobó una nueva ley de energía que incrementa los impuestos abonados por las compañías extranjeras que trabajan en los campos de gas y petróleo de Bolivia.

La nueva legislación afecta a grupos extranjeros como la brasileña Petrobras y la española Repsol-YPF , que han invertido 3.500 millones de dólares en Bolivia desde 1997.

Los líderes indígenas consideran que la ley falla en atender sus demandas para que los sectores más empobrecidos, nutridos en su mayoría por aborígenes, obtengan mayores beneficios de la explotación del negocio energético.

Bloqueos de carreteras con piedras y trincheras en la combativa ciudad de El Alto, cerca de La Paz, han impedido el ingreso de camiones de combustible a la ciudad.

Algunas gasolineras colgaron carteles advirtiendo el desabastecimiento de combustible, y muchos vecinos se mostraron inquietos por la falta de carne y pan y por el incremento de los precios de la comida en general.

¿Un nuevo Presidente?

Según la Constitución, el presidente del Senado reemplazará a Mesa si el Congreso acepta la renuncia del mandatario, cuyo periodo presidencial termina en el 2007.

El presidente del Senado, Hormando Vaca Díez, pidió a los manifestantes que terminen con los bloqueos y permitan al Congreso tomar una decisión sin presiones externas. Agregó que el martes decidirá cuándo convocará a la sesión que tratará la dimisión de Mesa.

Los líderes de la Iglesia habían mantenido conversaciones con Mesa, con líderes del Congreso y con el presidente de la Corte Suprema para buscar una salida al estancamiento político.

También instaron a los manifestantes a una tregua, pero algunos legisladores ya habían sugerido que un llamado a elecciones era la mejor manera de frenar la crisis del gobierno.

Por su parte, Evo Morales, uno de los principales líderes indígenas opositores, reclamó la renuncia tanto de Vaca Díez como del presidente de la Cámara de Diputados, Mario Cossio. Pero aclaró que la nacionalización total de los hidrocarburos sigue siendo una prioridad.

"Somos un movimiento democrático y vamos a apoyar una solución democrática y constitucional", aseguró Morales.

Mesa, un ex presentador de noticias de televisión, quedó en el medio de los indígenas que sostienen que las riquezas energéticas del país han ido sólo a una minoría y a las ricas provincias del este que reclaman una mayor autonomía por las contribuciones que realizan a la economía.

Llegó al poder con la promesa de sanar las divisiones sociales en la nación andina de más de ocho millones de habitantes. Pero falló en lidiar con el creciente descontento indígena que ayudó a derribar a su antecesor, Gonzalo Sánchez de Losada, en una revuelta popular basada en el reclamo de los hidrocarburos.