TEHERÁN.- Abkar Hashemi Rafsanjani encabeza las preferencias electorales con miras a los comicios presidenciales del 17 de junio en Irán, dada su imagen de ex Mandatario con experiencia para afrontar los problemas que aquejan a la república islámica.
Irán atraviesa un momento de tensión internacional, sobre todo con Estados Unidos, y en lo interno, temas que van desde el reclamo de mayor libertad de sectores reformistas a la desocupación juvenil.
"Justamente porque la situación es delicada Rafsanjani es el candidato que, para muchos electores, representa las mayores garantías de saber cómo afrontarla, gracias a su carisma", dijo el vicepresidente de la comisión parlamentaria Política Exterior y Seguridad Nacional, Mahmud Mohammadi.
Desde la Revolución islámica de 1979, Rafsanjani, de 70 años, estuvo en la cúpula del poder.
Los demás
Entre sus rivales, el ex jefe de la policía Mohammad Baqer Qalibaf, el ex jefe de los Pasdaran (guardianes de la revolución) Mohsen Rezai, el ex jefe de la televisión estatal Ali Larijani, y el alcalde de Teherán, Mahmud Ahmadinejad, aseguran que llevarán adelante un programa reformista pero parecen demasiado pegados a su origen conservador.
El candidato y ex ministro de la Universidad, Mostafa Moin, que cuenta con el apoyo reformista, no parece tener el carisma necesario para despertar el entusiasmo adormecido por el incumplimiento de la apertura democrática prometida por el Presidente saliente, Mohammad Khatami.
Fiel a su política pragmática, sin apoyar a conservadores y reformistas, Rafsanjani es visto hoy por buena parte del electorado como el hombre capaz de ir concretamente a la médula de los problemas.
Sólo en el tema económico, casi seis millones de jóvenes están desocupados y existe la necesidad de crear al menos un millón y medio de empleos, dentro de una economía controlada en sus dos terceras partes por el Estado.
"Existe la posibilidad de que haya una escasa afluencia a las urnas porque la gente está insatisfecha de la actual situación", admitió Rafsanjani.
De acuerdo a algunos sondeos, el porcentaje de electores puede mantenerse por debajo del 50 por ciento del padrón.
Sin embargo, un dirigente del ministerio del Interior dijo hoy que los últimos relevamientos indican un aumento al 60 por ciento.
