LA PAZ.- Ocho de cada diez bolivianos piden que el Presidente Eduardo Rodríguez Veltzé, quien encabeza un gobierno de transición, promueva una elección general que lleve a la renovación del Congreso y del Ejecutivo, según una encuesta difundida hoy.
El sondeo, realizado por la empresa privada Captura Consulting y reseñado hoy por el diario "La Prensa", indica que un 84 por ciento de los encuestados demanda una elección que incluya a los parlamentarios, frente a un 13,9 por ciento que no está de acuerdo.
A su vez, un 66,7 por ciento aprueba sólo la convocatoria a elecciones presidenciales, mientras un 28 por ciento no apoya esa posibilidad.
Rodríguez Veltzé fue investido como presidente el pasado 9 de junio, después de que el Congreso aceptó la renuncia presentada por el mandatario Carlos Mesa en medio de una profunda crisis, para encabezar un gobierno de transición y llamar a comicios.
La Constitución establece que el flamante jefe de Estado está obligado a convocar a elecciones para elegir a un presidente y un vicepresidente que completen este período de gobierno, que concluye en agosto de 2007, debido a que al momento de la salida de Mesa aún no se habían cumplido los tres años de gestión, explica el rotativo.
Por tanto, la norma impide la celebración de comicios generales y no permite elegir autoridades por un período que vaya más allá de agosto de 2007.
Analistas señalan que "sólo una ley interpretativa de la Constitución podría abrir el camino a una elección general que incluya la renovación del Poder Legislativo, cuyo mandato concluye en 2007".
El sondeo señala que un 51 por ciento de los encuestados se opone al cierre del Congreso, mientras que un 45,6 por ciento de las 850 personas entrevistas en las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba (centro) y Santa Cruz (oriente) reclama su clausura.
"Esto refleja la deslegitimación de las instituciones y autoridades", apuntó el analista Jorge Lazarte, quien estima que los "bolivianos están pidiendo autoridades que sintonicen más con las necesidades del país".
Bolivia enfrentó en las semanas una oleada de protestas para exigir la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria a una Asamblea Constituyente, que pusieron a la nación andina al borde de "una guerra civil", según alertó el mismo Mesa.
