El saliente ministro en compañia del Presidente Lula. |
BRASILIA.- El jefe de gabinete de Brasil, José Dirceu, anunció hoy que presentó su renuncia al cargo al Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo gobierno enfrenta una aguda crisis política por denuncias de corrupción.
Dirceu, quien deja su cargo como ministro de la Casa Civil, es considerado el brazo derecho de Lula en asuntos políticos y uno los principales líderes del Partido de los Trabajadores (PT).
En rueda de prensa, Dirceu dijo que volverá a ser diputado para defenderse de las acusaciones contra él, el PT y el Gobierno.
Desde hace varios días circulaba el rumor de que el ministro sería sacado del Gobierno en el marco de una recomposición del equipo ministerial que estaría estudiando el Mandatario.
La crisis política se desencadenó cuando el diputado laborista Roberto Jefferson denunció que algunos de sus colegas habían recibido "mesadas" de 30 mil reales (unos 12.500 dólares) pagadas por el PT para asegurar que serían leales al Gobierno en el Congreso y aprobarían sus políticas.
En sus denuncias sobre los sobornos, el diputado sostuvo que Dirceu sabía del asunto, que no hizo nada por impedirlo y que hasta mantuvo "aislado" al Presidente.
El inminente cambio
Fuentes oficiales citadas por medios locales dijeron hoy que junto con Dirceu saldrán los ministros de Coordinación Política, Aldo Rebelo, Ciencia y Tecnología, Eduardo Campos, y Trabajo, Ricardo Berzoini, pero el renunciado ministro no lo confirmó.
Dirceu dijo que le comunicó a Lula que quiere volver al Congreso para ejercer su mandato de diputado, que el Mandatario lo aceptó, y aseguró que en el gobierno deja "parte de su vida y de su corazón, pero no el alma".
Anunció que recorrerá Brasil como "militante y dirigente" del PT para defender "el patrimonio ético" del partido, del gobierno y el suyo.
"Vamos a movilizar al PT para dar combate a aquellos que quieren romper el proceso democrático y desestabilizar al gobierno", dijo.
La inminencia de la reforma ministerial fue comentada durante las dos últimas semanas, pero este jueves tomó más fuerza durante el día.
En un acto público, Lula evitó hablar sobre el asunto y no confirmó pero tampoco negó que hará cambios en su gabinete.
