BUCAREST, Rumania.- El sacerdote Daniel Corogeanu y cuatro monjas del monasterio de Tanacu, al noroeste de Rumania, fueron sancionados por su orden monástica luego de ser acusados de la muerte de una religiosa que fue crucificada bajo el pretexto de que estaba "poseída por el diablo", según informó el obispo Corneliu Barladeanu.
"A causa de los graves acontecimientos ocurridos en el monasterio de Santa Trinidad de Tanacu, se prohíbe oficiar al sacerdote Daniel Corogeanu y se le excluye además de la orden", precisó el obispo a través de un comunicado, el cual agrega que "las cuatro monjas, cómplices de asesinato, también fueron excluidas de la orden monástica".
Acusados de secuestro y homicidio, el sacerdote Corogeanu y las cuatro religiosas fueron detenidas el miércoles en la noche por orden de la Fiscalía de Vaslui.
Sor Irina, de 23 años, murió el 15 de junio después de haber sido encadenada a una cruz, amordazada y privada de agua y alimentos durante varios días.
El padre Corogeanu de 29 años, artífice del crimen, asegura por su parte que su actuación fue "correcta desde un punto de vista religioso" y afirma "haber cumplido su misión, que consistiría en luchar contra el diablo".
Las revelaciones sobre la muerte de Sor Irina causaron un escándalo y un vivo debate en Rumania acerca de las "prácticas medievales" toleradas por la Iglesia ortodoxa.
