CABO CAÑAVERAL.- La NASA dijo ayer que continúa con su plan para lanzar el Discovery en julio tras analizar los riesgos que podría sufrir la nave en el despegue, en la que será la primera misión de un transbordador espacial desde el accidente del Columbia en 2003.
"Creo que nuestras preocupaciones están descartadas y estamos listos para volar", manifestó John Muratore, gerente de la oficina de integración e ingeniería del transbordador.
La decisión se tomó luego de un largo día en el que se realizó una reunión en el Centro Espacial Kennedy para revisar los análisis de ingeniería sobre las posibles consecuencias del hielo que podría salir del tanque de combustible externo y afectar a la nave durante el lanzamiento.
Más de 150 ingenieros y gerentes, incluyendo al director de la NASA, Michael Griffin, asistieron a la reunión, informó Bruce Buckingham, portavoz de la agencia.
La tragedia
Los siete tripulantes del Columbia murieron en febrero de 2003, debido a que un pedazo de espuma aislante se desprendió del tanque de combustible durante el despegue y dañó un ala de la nave, lo que provocó el estallido del transbordador cuando intentaba retornar a la Tierra.
Luego del accidente, la NASA se concentró en los problemas de la espuma aislante del tanque y modificó el lugar y el modo en que era utilizada.
Pero cuando la agencia se preparaba para hacer retornar la flota al espacio en mayo -la fecha prevista originalmente para el vuelo-, surgieron preocupaciones de que el hielo pudiera ser tan dañino como la espuma aislante.
"Empezamos a pensar que el impacto de desechos era el impacto de desechos", dijo Muratore.
Sin embargo, decenas de millones de simulaciones por computadora mostraron que los impactos de hielo crean cavidades profundas y angostas, mientras que la espuma produce huecos bajos y anchos, según el gerente.
Bill Parsons, gerente del programa del transbordador, afirmó que no prevé mayores problemas técnicos que puedan impedir el lanzamiento del Discovery en el plazo estipulado, del 13 al 31 de julio.