 Tras una breve campaña militar, los soldados británicos volvieron a izar la bandera de su país en las Malvinas. |
LONDRES.- La cantidad de armas nucleares enviadas por Gran Bretaña al Atlántico Sur en 1982, durante el conflicto por las Malvinas, es una de las sorpresas contenidas en un libro, publicado este martes en Londres, que echa nuevas luces sobre esa guerra de 74 días.
Pedido por el gobierno británico, la "Official History of the Falklands Campaign" resume, en más de 1.000 páginas, ocho años de investigaciones efectuadas por el historiador Lawrence Freedman sobre ese conflicto que abrió profundas heridas en Argentina y América Latina.
Basándose en documentos oficiales, muchos de ellos secretos, el director del departamento de Estudios de Guerra en King’s College, en Londres, explora en su libro las "controversias" que rodearon ese conflicto, entre ellos el hundimiento del buque argentino "General Belgrano", torpedeado por un submarino inglés.
En una entrevista con la AFP, pocos días antes de la publicación del libro, Freedman rechazó que ese acto se debiera a la voluntad de la entonces Primera Ministra Margaret Thatcher de torpedear un plan de paz que buscaba poner fin al conflicto bélico, que dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos.
"El hundimiento del Belgrano fue el resultado de una decisión militar, no política", afirmó a la AFP Freedman, quien explica que su libro es "oficial porque está basado en fuentes primarias, no porque sea una historia oficialmente aprobada" por el gobierno británico.
El historiador indicó que, aunque ya había escrito dos libros sobre este conflicto y no esperaba hallarse con grandes novedades, sí se llevo algunas sorpresas al estudiar los documentos oficiales.
"Lo más interesante que hallé en mi investigación -y sobre lo que no había caído en la cuenta- es que Gran Bretaña llevó armas nucleares al Atlántico Sur", dijo Freedman. "Eso me impactó", admitió.
El ministerio de Defensa británico admitió en diciembre de 2003 que algunos navíos que envió al Atlántico Sur llevaban armas nucleares, pero Freedman explicó que su libro constituye la "más extensa investigación" sobre este episodio.
Freedman describe como dos buques -las fragatas "Brilliant" y "Broadsword"- que llevaban cargas de profundidad nucleares, fueron llamados a unirse a la fuerza naval británica, y la preocupación surgida en el gabinete de guerra británico respecto a si enviar esos barcos a la batalla.
Según él, los británicos "no planeaban usar esas armas nucleares" en su conflicto con los argentinos, pero carecían de tiempo para sacar las armas.
"Habrían preferido no llevarlas, pero no podían sacarlas (de los buques) fácilmente, porque era muy difícil mover las armas nucleares cuando los navíos habían zarpado de Gran Bretaña", explicó Freedman en la entrevista.
Un proceso difícil
"Sacar de los barcos esas armas nucleares era un proceso complicado, que habría causado retrasos", dijo el investigador, insistiendo que las autoridades británicas se sentían "muy incómodas" porque los buques de su Armada llevaban armamento nuclear.
El libro explora también, entre otros temas controvertidos, las dudas en Gran Bretaña respecto a su soberanía sobre ese territorio del Atlántico Sur, elaborando una crónica desde desde la ocupación británica del archipiélago, en 1833.
"Históricamente podemos decir que había dudas respecto a lo que pasó en 1830, cuando Gran Bretaña emprendió una acción militar y ocupó las Falklands, sin que Argentina pudiera hacer algo sobre eso", dijo.
"Aunque eso no quiere decir que los reclamos de Argentina sobre ese territorio fueran válidos", opinó Freedman, que rechazó en la entrevista que su libro pueda ser visto como dando base a los reclamos argentinos sobre las islas, que el gobierno de Buenos Aires intentó recuperar militarmente en abril de 1982.
Según Freedman, "la cuestión de la soberanía se basa ahora en el hecho que los isleños han estado bajo la ocupación británica" desde 1833, salvo durante ese breve periodo, entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, cuando los argentinos ocuparon las islas.
La posición de Chile
El libro explora asimismo la posición de Chile en esa guerra, que oficialmente fue neutral -pero en realidad fue de apoyo a Londres-, en un contexto de solidaridad hemisférica con Argentina.
Freedman subrayó también en la entrevista las "inmensas presiones" que ejerció Washington sobre Londres para concluir la guerra de alguna manera "que no empujara a Argentina a una derrota humillante" y cómo esas presiones crearon "tensión en las relaciones entre Gran Bretaña y Estados Unidos".
Todo eso, mientras Washington daba un "apoyo militar considerable" a Londres, afirmó el autor.
Aclaró que su intención fue "escribir la historia de ese conflicto bélico, no llegar a una conclusión, ni echar culpas a uno u otro lado".