ROMA.- Una ola de calor que azota a Italia ha puesto en riesgo la salud de un millón de personas y el gobierno advirtió que la situación podría ser peor que la del verano del 2003, cuando 20.000 ciudadanos murieron por las altas temperaturas.
El país sufre actualmente el ingreso de vientos del desierto de Sahara y, según los pronósticos, las temperaturas podrían alcanzar el martes los 36 grados centígrados, aunque en las ciudades podrían ser superiores, porque el asfalto y el pavimento hacen que el calor ascienda.
Las autoridades les solicitaron a los médicos locales que vigilen a sus pacientes de más de 75 años, que son los más vulnerables.
"Nos enfrentamos con una ola de calor que es igual, si no peor, que la de 2003 y alrededor de un millón de personas están en peligro", explicó el ministro italiano de Salud, Francesco Storace, en una conferencia de prensa.
Los turistas que se vieron tentados a enfriar sus pies en la fontana de Trevi enfrentaron la creciente vigilancia de los guardias que protegen los monumentos más importantes de Roma.
En las casas y las oficinas, el uso de equipos de aire acondicionado fue tan intenso que el consumo de electricidad llegó a su nivel máximo histórico de 53.500 megavatios.
Las altas temperaturas pueden llegar a provocar deshidratación y problemas cardiovasculares a las personas más vulnerables, que incluso pueden llegar a morir.
Francia, donde 15.000 personas murieron en 2003, también se encuentra en estado de alerta por la ola de calor.