 Valerie Plane junto a su marido. |
NUEVA YORK.- Ante el posible encarcelamiento de uno de sus periodistas, la revista Time accedió hoy a entregar sus notas a un gran jurado que investiga la filtración del nombre de un agente encubierto de la CIA, una decisión que despertó polémica sobre la libertad de prensa en Estados Unidos.
La medida se produce un día después de que el juez diera a Matthew Cooper de Time y Judith Miller del New York Times, una semana de plazo antes de pronunciar la sentencia por negarse a revelar sus fuentes al gran jurado.
La iniciativa, que según el New York Times parece "carecer de precedentes en la memoria viva", estaba aparentemente por encima de las objeciones de Cooper.
Cooper no estuvo disponible para comentar la información pero su abogado dijo ayer que estaba preparado para aceptar la cárcel y que su defendida no testificaría.
El periodista también dijo que preferiría que Time no entregara los papeles pero admitió que "una corporación es diferente que un ciudadano (y) tiene diferentes obligaciones".
Libertad de prensa en tela de juicio
El caso es una importante prueba para la negativa de los reporteros de identificar sus fuentes confidenciales cuando se lo pida un tribunal, algo considerado inherente en la Primera Enmienda a la Constitución de Estados Unidos que garantiza la libertad de prensa.
El editor del New York Times Arthur Sulzberger Jr. dijo que el periódico estaba "profundamente defraudado por la decisión de Time" y que él apoyaría a Miller. La periodista no estuvo disponible para comentar la información pero en repetidas ocasiones ha manifestado su intención de ir a prisión antes que testificar.
El periódico aparentemente no afronta cargos de desacato puesto que no tiene ningún documento relevante pero Time ha afrontado una multa de 1.000 dólares al día.
El Tribunal Supremo mantuvo el lunes la decisión de que ambos deberían ser retenidos por desacato al tribunal.
Identificando a un agente de la CIA
Una corte de apelaciones estimó que deberían ser encarcelados por negarse a testificar en la investigación sobre quién filtró el nombre de la agente de la CIA Valerie Plame en 2003 al periodista Robert Novak, quien la identificó en una columna.
El marido de Plame había criticado a la administración Bush durante la guerra de Irak.
"El Tribunal Supremo ha limitado la libertad de prensa en formas que tendrán un efecto escalofriante en nuestro trabajo y puede dañar el libre flujo de información que es tan necesario en una sociedad democrática", dijo el editor en jefe de Time Noregar los documentos porque la Constitución también "requiere obediencia a las decisiones definitivas de los tribunales y el respeto a sus veredictos".
El marido de Plame, Joseph Wilson, un diplomático contratado por la administración armas nucleares, acusó a la Casa Blanca de ser responsable de la filtración.
Wilson dijo que los responsables estadounidenses lo hicieron porque había rebatido públicamente una afirmación del presidente George W. Bush sobre los intentos de Irak por asegurarse dichas armas.
Entrevistado por la CNN esta semana, Novak declinó decir si había cooperado con las investigadores del caso.
El 6 de julio se decidirán las sentencias contra Miller, Cooper y Time.