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Políticos, cardenales y famosos se suman a manifestantes en Londres

Mientras los manifestantes marchaban por Edimburgo, en Londres comenzaba uno de los conciertos Live 8.

02 de Julio de 2005 | 15:48 | EFE
LONDRES.- Políticos y hombres de Iglesia se mezclaron hoy en Edimburgo con decenas de miles de manifestantes en una marcha contra la pobreza mientras en Londres, estrellas del pop llevaban también su mensaje político a los líderes del G8 a través de la música.

En la capital escocesa, próxima a Gleneagles, donde los dirigentes de los países más ricos del mundo se reunirán la próxima semana para hablar de deuda, ayuda al desarrollo y cambio climático, más de cien mil personas se lanzaron hoy a la calle para reclamar acciones urgentes que pongan fin a la miseria africana.

Entre ellas había políticos, como el primer ministro escocés, Jack McConnell, famosos como la activista nicaragüense Bianca Jagger, y hasta dos cardenales: el primado de la Iglesia católica de Inglaterra y Gales, Cormac Murphy-O'Connor, y el arzobispo de St. Andrews y Edimburgo, Keith O'Brien.

El ministro británico de Finanzas, el escocés Gordon Brown, que ha calificado de "hipocresía" el proteccionismo comercial de los europeos y reclamado el fin de las ayudas agrícolas, debía participar con un discurso a invitación de la organización caritativa "Christian Aid" y la Iglesia Escocesa.

En su discurso, distribuido previamente a la prensa, Brown se felicita de que, gracias a las presiones de la campaña contra la pobreza, los países del G8 se hayan comprometido a condonar el cien por ciento de la deuda de treinta y ocho de los países más pobres del planeta y los europeos, a doblar su ayuda al desarrollo.

Según Brown, el Gobierno británico continuará su campaña para lograr la condonación de la deuda de otros treinta países pobres y perdonará unilateralmente la parte que se le debe si no se llega a un acuerdo internacional.

Mientras los manifestantes marchaban en la capital escocesa, en Londres comenzaba con la actuación de Paul McCartney y U2 el concierto central de los programados en diez ciudades - desde Tokio y Johannesburgo hasta Filadelfia, pasando por Berlín, París o Roma-, para presionar a los poderosos del mundo.

En una carta abierta a dirigentes de Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Rusia, el ex rockero Bob Geldof, organizador de los diez conciertos, les pidió que no fallen a los pobres del planeta con promesas vacías.

"No aplaudiremos medias medidas. No nos defraudes. No traiciones los deseos de miles de millones ni las esperanzas de los más pobres de nuestro mundo", escribe Geldof en su carta, publicada hoy en lugar destacado por toda la prensa británica.

El músico y empresario agrega que los organizadores de Live 8 han logrado "reunir el mayor mandato" de toda la historia para que los políticos tomen medidas que acaben con la pobreza, que diariamente mata a 50.000 personas en todo el planeta.

Bono, de U2, y uno de los músicos más comprometidos con la ayuda a África, pidió a la muchedumbre reunida en el parque londinense que haga oír sus voces en la lucha contra la pobreza: "Ha llegado nuestro momento, es nuestra oportunidad de defender lo que es debido".

"Tres mil africanos, en su mayoría niños, mueren todos los días de picaduras de mosquito. Nosotros podemos entregarles remedios. Nueve mil personas viven todos los días de enfermedades tratables como el sida. Tenemos los fármacos, podemos ayudarles", agregó.

El concierto de Hyde Park ha sido criticado porque, pese a haberse anunciado como un acto a favor de África, en él apenas participan músicos del continente al que se trata de ayudar.

De ahí que, después de que arreciasen esas críticas, otro músico, Peter Gabriel, haya organizado otro concierto en un centro ecológico en Cornualles (suroeste de Inglaterra) con más músicos de color.

Gabriel defendió la decisión de su colega Geldof al señalar que éste pretendía sobre todo que miles de millones de personas viesen el concierto por televisión en todo el mundo y que la presencia de artistas poco conocidos, ya fuesen de África, Nueva York o Londres, podría hacer que muchos cambiasen de canal.