CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI recibió hoy a unos 1.400 españoles, casi todos de Madrid, a los que invitó a anunciar el Evangelio "en una sociedad sedienta de auténticos valores humanos y que sufre tantas divisiones y fracturas".
El Pontífice también les exhortó a ir hasta los confines de la sociedad para llevar a todos el mensaje de Cristo "sobre el sentido de la vida, la familia y la sociedad".
El motivo de la audiencia, celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano, fue la clausura del III Sínodo Diocesano, y el Papa basó su discurso en esa asamblea, que tuvo como lema "La transmisión de la fe, vivida y realizada en la comunión de la Iglesia.
Benedicto XVI no tocó en momento alguno el tema que en estos momentos preocupa más a la Iglesia Española: la aprobación por las Cortes de la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y la posibilidad de que puedan adoptar hijos.
El Pontífice basó su discurso en la asamblea diocesana y lo que se debe extraer de la misma, señalando que los católicos tiene que ser signo de unidad para toda la sociedad y que deben estar presentes en todos los campos de la vida, incluso a través de los medios de comunicación.
"En una sociedad sedienta de auténticos vaores humanos y que sufre tantas divisiones y fracturas, la comunidad de los creyentes ha de ser portadora de luz del Evangelio, con la certeza de que la caridad es ante todo comunicación de la verdad", dijo el Papa.
Benedicto XVI agregó que los católicos tienen que ir hasta los confines de la sociedad para llevar a todos la luz del mensaje de Cristo "sobre el sentido de la vida, de la familia y de la sociedad, llegando a las personas que viven en el desierto del abandono y de la pobreza".
Fueron sus únicas palabras sobre la familia.
