Más de 500 personas están detenidas en la base. |
WASHINGTON.- La Asamblea Parlamentaria de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) pidió el cierre de Guantánamo en un informe presentado durante su reunión en Washington.
El informe, entregado ante unos 300 representantes de la mayoría de los 55 países miembros, "recomienda" poner fin a la base militar de Guantánamo, en Cuba, mediante el anuncio de un calendario para su cierre.
El reporte de 15 páginas elaborado por la senadora belga Anne-Marie Lizin aconsejó también acelerar la entrega de los detenidos a sus países de origen o bien su entrega "tan pronto como sea posible" ante la jurisdicción civil de Estados Unidos.
Más de 500 personas, en su mayoría talibanes, están detenidos en Guantánamo desde finales de 2001 sin defensa legal, fuera de la jurisdicción de tribunales y sujetos a vigilancia militar.
El informe recomendó también un "urgente intercambio" de los datos de inteligencia en Guantánamo en el marco de un nuevo Grupo de Trabajo Internacional, que estaría integrado por los servicios a cargo de operaciones antiterroristas en los países miembros de la OSCE.
La investigación liderada por Lizin insistió en que ese grupo de trabajo podría crearse a iniciativa del Pentágono y sería "muy útil" para una verdadera colaboración multilateral antiterrorista en el largo plazo, incluyendo a países como Rusia y otras naciones de Asia Central.
Lizzin lamentó que Estados Unidos no le permitiese al acceso a Guantánamo, aunque destacó que los datos recopilados mediante entrevistas con el Pentágono, legisladores estadounidenses y varias fuentes que tuvieron acceso a los detenidos allí le permitieron establecer conclusiones sobre la situación en la base.
La investigación de la senadora belga no abordó el tema de las torturas o el tratamiento de los prisioneros, aunque sí alude a la legalidad de las detenciones.
Los peligros
La OSCE destacó que si Estados Unidos continúa por el mismo camino, "existe un temor real de que la base de Guantánamo se convierta en completamente contraproductiva".
En ese sentido, la organización apunta que podría alentar la causa de la Yihad (guerra santa) entre "aquellos individuos que se identifican con sus hermanos musulmanes" que son encadenados y deportados al margen de cualquier marco legal.
La organización consideró que la prolongación de la actual situación "está dañando seriamente la reputación de Estados Unidos en el mundo" y sobre todo, insistió, en los países democráticos que "desafían las especiales técnicas judiciales que están poniendo en peligro los valores más fundamentales del estado de derecho".
