LOS ANGELES.- La colisión entre una sonda de la NASA y un cometa emitió una nube brillante de fragmentos hacia el espacio, a la velocidad con la que vuela un avión comercial, informaron los científicos.
El Telescopio Espacial Hubble tomó una serie de fotografías del impacto, ocurrido el 4 de julio. Inicialmente, el cometa Tempel 1 aparecía como un punto borroso, que se volvió cuatro veces más brillante, 15 minutos después de la colisión.
La nube de gas y polvo, en forma de abanico, se propagó al exterior a unos 800 kilómetros por hora.
"Fue algo espectacular", dijo Paul Feldman, profesor de astronomía y física en la Universidad Johns Hopkins, quien observó el impacto con el telescopio Hubble.
Los hallazgos figuran entre varias observaciones realizadas por telescopios en el espacio y en la Tierra. Por ejemplo, una cámara infrarroja en el telescopio espacial de Chile detectó un cambio de color en la nube, lo que sugiere que partículas de diferentes tamaños fueron emitidas, a diferentes velocidades, por el espacio.
Durante el fin de semana, la sonda de cobre "Impactator", de 369 kilogramos, se separó de la nave espacial "Impacto Profundo", de la NASA, y se dirigió al Tempel 1, con el que chocó. La energía generada por la colisión fue el equivalente a otro más grande, mientras una nube de escombros se desprendía del cometa hacia el espacio, en un radio de miles de kilómetros. Esto sugiere que la sonda chocó con una superficie suave y polvorienta, antes de penetrar en los gases y el hielo atrapados en el interior del cometa, dijo Pete Schultz, un investigador de la misión.