CIUDAD DEL VATICANO.— El Vaticano pide que los clientes de la prostitución sean no solamente sujetos a la ley, sino que reciban educación y demás ayuda para alejarlos de lo que calificó como una forma de "esclavitud moderna".
La oficina para migrantes y residentes temporales del Vaticano también pidió una mayor protección a la mujer mediante el reforzamiento de las leyes contra la prostitución y el tráfico humano. Asimismo, exhortó a la iglesia y a la comunidad en general a presentarle alternativas de desarrollo a las mujeres explotadas.
Las recomendaciones fueron presentadas en un comunicado emitido ayer, surgido luego de un simposio de dos días de duración sobre la prostitución y el tráfico humano, del cual fue anfitrión la Santa Sede en junio.
En el documento, el Vaticano pide castigo para los clientes de la prostitutas, dado que ellos de hecho alimentan a esa industria, peor también que reciban ayuda psicológica en torno a las razones sobre el por qué pagan por tener relaciones sexuales y la forma en que ello devalúa a la mujer.
"El 'cliente' necesita más que la condena de la sociedad y enfrentar todo el rigor de la ley", señala el comunicado. "Debe de recibir ayuda para enfrentar sus problemas más profundos y encontrar mecanismos para tratar con sus necesidades personales. El pagar por tener relaciones sexuales con una prostituta no resuelve los problemas surgidos de la soledad, la frustración o la falta de relaciones verdaderas".
Las mujeres que son obligadas a prostituirse deben de ser protegidas por la ley, porque son víctimas de la violencia y la explotación y han sido violados sus derechos fundamentales.
Pero más allá de la protección legal, las mujeres que se prostituyen deben de contar con alterativas, además de una casa y una comunidad, con las cuales puedan reconstruir sus vidas, indicó.