ROMA.- La policía italiana lanzó este miércoles una vasta operación contra medios islámicos extremistas, durante la cual detuvo a 174 personas y realizó 201 allanamientos, con el fin de prevenir ataques terroristas tras los graves atentados de la semana pasada en Londres.
Las capturas y los allanamientos tuvieron lugar en Roma, Venecia, Turín, Florencia, Bolonia, Nápoles, Ancona y regiones de Sicilia, en el marco de las nuevas medidas antiterroristas anunciadas esta semana para hacer frente a una eventual ola de atentados.
Numerosos documentos fueron decomisados durante la operación, en la cual fueron identificadas 423 personas.
Los 174 detenidas podrán permanecer 24 horas en prisión, tiempo durante el cual se verificará si tienen cuentas pendientes con la justicia italiana o si deben ser expulsadas por haber ingresado ilegalmente en el país.
"Se trata de una operación de prevención en medios sospechosos y que confirma que Italia no ha bajado la guardia", explicó desde Bruselas el ministro italiano del Interior, Giuseppe Pisanu.
"Es una operación de prevención con el fin de obtener información clave que nos permita establecer con precisión el riesgo que corre actualmente nuestro país y para identificar a quiénes podrían ser las personas involucradas", aseguró por su parte el viceministro del Interior, Alfredo Mantovano.
Según fuentes de la policía, durante la operación, que se inició al alba, fueron interceptados miembros de organizaciones napolitanas especializadas en falsos documentos, por sospechas de complicidad con las organizaciones extremistas.
En Milán, donde reside la mayor parte de los simpatizantes del extremismo islámico, ha sido controlada la situación de las personas que han estado bajo observación de la policía por esas razones.
Medidas antiterrorismo
El ministro Pisanu presentó el martes en el Parlamento una serie de medidas antiterrorismo ante el temor de que la península sea el próximo blanco de atentados como los ocurridos en Londres.
Entre las medidas especiales que el gobierno adoptó figuran la expulsión rápida de sospechosos extranjeros vinculados con organizaciones terroristas, la autorización a detener por 24 horas en vez de 12 a los sospechosos y de interrogarlos sin la presencia de abogados, así como la posibilidad de guardar durante un año los mensajes que se envían por internet.
El ministro, que advirtió que el terrorismo "llama a las puertas de Italia", confirmó que fueron aumentados los niveles de seguridad en toda la península y que unos 13.000 lugares clave están siendo vigilados.
