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Francia conmemora toma de la Bastilla con Brasil como invitado

La celebración se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad por miedo a eventuales atentados.

14 de Julio de 2005 | 10:48 | DPA

PARÍS.- Francia conmemoró hoy la toma de la Bastilla, en 1789, con el tradicional desfile militar en la avenida de los Campos Elíseos, al que asistió el Presidente francés, Jacques Chirac, y en el que Brasil participó con dos unidades de infanteria y siete aviones "Tucano".

Pasadas las diez de la mañana y tras pasar revista a las tropas, el Mandatario galo recibió a su homólogo brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, cuyo país es homenajeado este año en Francia.

La parada comenzó con un desfile aéreo en el que 60 aparatos de la Fuerza Aérea francesa sobrevolaron los Campos Elíseos desde el Arco de Triunfo hasta la plaza de la Concordia, donde estaba instalada la tribuna presidencial.

El desfile de tropas fue abierto por dos unidades brasileñas, la fanfarria marcial del Cuerpo de Fusileros marinos, creado en 1797 en Protugal y con base en Fortaleza de Sao José, y los cadetes de la Academia Militar Agujas Negras que comenzó sus primeras actividades en 1792 y que hoy forma a los aspirantes a oficiales en Resende.

Los 50 músicos y los 96 cadetes captaron la atención de los franceses con sus uniformes coloridos que les permitió diferenciarse de los prestigiosos cuerpos de las fuerzas francesas que cada año descienden la avenida más conocida del mundo.

A los representantes del país sudamericano le siguieron 53 unidades francesas, un total de 4.000 militares, 380 vehículos, 83 motos, una tropa montada de 241 guardias republicanos del cuerpo de elite encargado de la seguridad del Presidente, todo animado por 540 músicos.

Tras las tropas motorizadas, la parada continuó con un desfile aéreo de 29 helicópteros. Pero el honor de cerrar el desfile en esta fiesta nacional francesa recayó en la Fuerza Aérea brasileña que con siete aviones "Tucano", un monomotor contruido por la brasileña Embraer dejaron una estela bicolor (verde y amarillo).

La celebración se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad por miedo a eventuales atentados y para acceder a las tribunas oficiales era necesario pasar por no menos de diez controles policiales.

Francia elevó su alerta tras los ataques terroristas del pasado 7 de julio en Londres. Unos 5.000 policías reforzaron la seguridad de la capital francesa sumándose al plan "Vigipirate" desplegado por el gobierno de Chirac.
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