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El Papa toca piano, trabaja y se pasea en vacaciones

"En los últimos días el Papa interpretó a Mozart", declaró hoy el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls.

17 de Julio de 2005 | 07:27 | Agencias

Benedicto XVI durante una ceremonia celebrada hoy.
LES COMBES, Italia.- El Papa Benedicto XVI, en vacaciones desde el lunes en le Valle de Aosta, en el norte de Italia, toca piano, trabaja y hace largos paseos, declaró hoy el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls.

"En los últimos días el Papa interpretó a Mozart", declaró Navarro-Valls a la prensa en el poblado de Les Combes, donde Benedicto XVI estará hasta el 28 de julio y donde su predecesor, Juan Pablo II, estuvo en varias ocasiones.

"Son vacaciones de trabajo, pero vacaciones de todas maneras", agregó el portavoz.

"El Papa se encierra en su habitación y escribe hasta la hora del almuerzo. Por la tarde hace largos paseos cerca del chalet", agregó Navarro-Valls.

Benedicto XVI se hospeda en el caserío de Les Combes en un chalet de madera y piedra tallada especialmente acondicionado en 2000 para Juan Pablo II al pie del Monte Paraíso, no lejos del Mont Blanc.

Benedicto XVI elogia las vacaciones

El Papa Benedicto XVI elogió las vacaciones que "hacen posible la meditación sobre el significado profundo de la vida", en la primera oración dominical del Angelus pronunciada durante su descanso en el valle de Aosta.

"En las vacaciones es posible consagrarse más a la oración, a la lectura y a la meditación sobre el significado profundo de la vida", dijo.

Varios miles de personas se reunieron en un campo abierto cerca del poblado de Les Combes, en la comuna de Introd, donde Benedicto XVI pasa sus primeras vacaciones desde su elección como sucesor de Juan Pablo II.

"Esta pausa estival es un don de Dios verdaderamente providencial tras los primeros meses del exigente servicio pastoral que la providencia divina me confió", dijo Benedicto XVI, elegido Papa el 19 de abril.

"En el mundo en que vivimos, es indispensable recuperar energías para el cuerpo y el espíritu, especialmente para quienes viven en las ciudades, donde las condiciones de vida a veces frenéticas dejan poco espacio al silencio, a la reflexión y al saludable contacto con la naturaleza", añadió.
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