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Alemania rechaza extradición de miembro de Al Qaeda a España

La negativa va en contra de una medida promovida por la UE para que la cooperación en los casos de terrorismo.

18 de Julio de 2005 | 08:16 | EFE
BERLÍN.- El Tribunal Constitucional (TC) alemán declaró hoy nula la euroorden y, en consecuencia, rechazó la extradición del germano-sirio Mamoun Darkazanli a España y la de todos los ciudadanos alemanes pendientes de resolución mientras el legislativo no haga una nueva transposición de la normativa europea.

Los jueces no pusieron en duda la normativa europea en sí, sino únicamente su transposición a las leyes alemanas, que, según el TC, se hizo sin respetar suficientemente las libertades fundamentales de este país.

Eso implica que ni Darkazanli, a quien la Justicia española reclama como una de las piezas claves de Al Qaeda en Europa, ni ningún otro presunto delincuente con pasaporte alemán podrá ser extraditado de momento.

En el caso de Darkazanli, el TC devolvió el caso a la Audiencia Territorial que deberá decidir a la mayor brevedad posible cómo resuelve el caso, dado que la orden de detención ha quedado de facto anulada.

Las reacciones

La ministra de Justicia, Brigitte Zypries, afirmó que Darkazanli deberá ahora ser puesto en libertad.

’’Es un nuevo revés para el Gobierno alemán en la lucha contra el terrorismo’’, dijo Zypries en una primera reacción de visible decepción a la que siguió el anuncio de que el Gabinete preparará en las próximas cuatro a seis semanas una nueva ley.

El abogado de Darkazanli, Michael Rosenthal, emplazó al Legislativo a confeccionar una ley que no ’’separe a Europa de sus ciudadanos’’.

El TC declaró la euroorden no acorde con una serie de artículos de la Constitución alemana, entre ellos el 16, por el que no se puede extraditar a nacionales alemanes, salvo en casos muy excepcionales y únicamente a la Unión Europea y a tribunales internacionales.

En su argumentación, el vicepresidente del TC Winfried Hassemer se refirió sobre todo a este artículo y señaló que la prohibición de extraditar a ciudadanos alemanes no tiene como fin evitar que estos sean juzgados por delitos que han cometido sino salvaguardar que se respeten libertades fundamentales.

Con ello se da preferencia a la protección de las libertades fundamentales del acusado, que no tiene por qué conocer código penal, cultura e idioma del país que le quiere juzgar, explicó.

El TC subrayó que ningún ciudadano alemán puede ser extraditado si cometió el delito ’’totalmente o en buena parte en suelo alemán’’, señaló Hassemer. cm-bd

Esto no quita que no pueda extraditarse en caso de tratarse de un delito ’’relacionado predominantemente con el extranjero’’, sobre todo si se trata de delitos como el terrorismo u otros crímenes mayores.

’’Quien se implica en estructuras criminales de ese grado no puede acogerse a la protección que le otorga la nacionalidad’’, señaló el juez.

Para que esto sea posible el Legislativo alemán debe confeccionar una nueva ley en la que aproveche mejor los márgenes que le permitía desde un principio la normativa europea.

El diputado verde Hans-Christian Stroebele, presente en Karlsruhe en representación del Parlamento, reconoció que la sentencia constituye una ’’bofetada’’ contra el Bundestag (cámara baja) y señaló que no se presenta fácil la aplicación de las indicaciones de la Corte.

Algunos diputados habían dejado claro al comenzar las deliberaciones en abril pasado que no habían tenido en cuenta que la normativa europea daba ese margen de transposición.

En el caso de Darkazanli se daba un problema adicional y es que los hechos que se le imputan, entre otros la compra de un barco para Osama bin Laden, datan del 2001, un año antes de que quedara tipificado en Alemania el delito de colaboración con banda armada extranjera.

El artículo 103 de la Constitución prohíbe castigar delitos que se cometieron antes de que estos estuvieran tipificados.

’’Se trata de una garantía especial del estado de derecho con la que se pretende hacer confiable el orden jurídico’’, dijo Hassemer.

La sentencia de hoy significa un nuevo golpe a la lucha antiterrorista alemana, de cuyas manos se escapó ya recientemente el marroquí Abdelghani Mzoudi, supuesto colaborador de la célula alemana en torno al piloto suicida Mohamed Atta, a quien la justicia tuvo que dejar libre por falta de pruebas. Mzouidi ha regresado entretanto a Marruecos.