LONDRES.- El Partido Laborista de Tony Blair estudia una profunda reforma de la Cámara de los Lores, que cambiaría su viejo nombre por el más prosaico de "Segunda Cámara" y de la que se excluiría a todos los miembros con carácter vitalicio.
Así lo informa hoy el diario "The Times", según el cual los lores vitalicios creados recientemente perderían el derecho a sentarse en esa cámara, que pasaría de los 731 lores, ladies y obispos actuales a entre 300 y 400 miembros que ocuparían su puesto por un período de seis años.
Los lores vitalicios existentes tendrían la posibilidad de jubilarse, aunque no se les obligaría a ello debido al temor a tenerles que pagar una compensación a costa del erario público.
Un portavoz laborista precisó al periódico que el documento no representa "la posición oficial del Gobierno o del Partido Laborista sino que es un documento de debate".
Según ese proyecto laborista, elaborado por un comité presidido por el ministro del Interior, Charles Clarke, y el de Asuntos Constitucionales, lord Falconer of Thoroton, sólo el 20 por ciento de la Segunda Cámara sería elegida en una primera fase.
En una segunda etapa se pasaría a un 80 por ciento y se terminaría con un máximo de un 80 por ciento aunque no sin antes hacer un estudio para garantizar que la Cámara no acumule demasiado poder legislativo.
Con ese plan, presentado en el foro de política nacional del Partido Laborista, se remataría el proyecto de reforma de la Cámara de los Lores que prometió resolver antes de las próximas elecciones.
La mayoría de los lores hereditarios fueron eliminados en 1999, pero el último intento de culminar la reforma terminó en fracaso en 2003 al no ser aprobada por los Comunes, lo que hizo que Blair renunciase a su idea original de que esa cámara estuviese integrada exclusivamente por miembros nombrados y no electos.
Según los planes laboristas vistos por The Times, los 92 lores hereditarios que quedan, los jueces lores y los 25 obispos perderían sus escaños en esa Segunda Cámara.
Sin embargo, los grupos religiosos, al igual que otros grupos representativos de la sociedad como las organizaciones patronales o sindicales, los colegios de médicos, abogados y las organizaciones de tipo humanitario fuertemente arraigadas podrían nombrar a sus propios representantes en la nueva Cámara.
La Cámara de los Lores, que se separó de los Comunes en el siglo XIV, cuenta actualmente con 731 miembros, de los que 92 son hereditarios, sin que haya un tope para el número total de personas que pueden integrarla.
Esa cámara actúa como órgano de control de la política del Gobierno, interpelando a los ministros, examinando la legislación y debatiendo la política, y es además la última instancia para apelar en casos civiles en el Reino Unido y en casos criminales con la única excepción de Escocia.