MEXICO.- El huracán Emily se debilitó hasta convertirse en depresión tropical al desplazarse por tierra el jueves, con mucho menor fuerza tras haber azotado la costa noreste de México con vientos de 200 kilómetros por hora (125mph) un día antes.
Sin embargo, Emily seguía desatando lluvias torrenciales a medida que se debilitaba sobre territorio mexicano. El miércoles había provocado inundaciones que destruyeron carreteras y dañaron viviendas, mientras se derrumbaba parte de un puente en Monterrey, a 445 kilómetros (280 millas) al sur de San Antonio, Texas, y a 930 kilómetros (580 millas) de la capital mexicana. Las autoridades del área indicaron que no había reportes de muertes ni de heridos de gravedad.
La tormenta también causó perforaciones en un gasoducto que estalló en llamas. El incendio fue controlado y no se informó de víctimas, dijeron las autoridades locales.
Mientras seguía con categoría de tormenta tropical, Emily arrastró camiones conforme se desplazaba tierra adentro e inundó vastas extensiones de terreno, dejando varias autopistas cubiertas de agua. Numerosas plantas industriales y haciendas quedaron destruidas, convertidas en montones de fierros retorcidos
En Monterrey, con 3 millones de habitantes en su área metropolitana, las autoridades instalaron albergues y miles de personas fueron evacuadas de zonas vecinas mientras las lluvias arreciaban, provocando inundaciones súbitas.
Los meteorólogos esperaban que la tormenta desapareciera completamente el jueves en la noche, pero aún era capaz de provocar fuertes precipitaciones que a su vez podrían causar más inundaciones y deslizamientos de tierra, según el centro de huracanes.
Emily tocó tierra dos veces en tres días en México.
Tras golpear al Caribe, llegó a la península de Yucatán como un huracán de categoría cuatro, con vientos de 217 kph (135 mph) el lunes.
La escala que mide la intensidad de los huracanes va del uno, para el más leve, al cinco, para el más potente.
La tormenta arrancó techos de hoteles y dejó varados a miles de turistas en la Riviera Maya, donde está Cancún.
Emily se fortaleció nuevamente al pasar por las aguas cálidas del Golfo de México y tenía vientos de 200 kph (125 mph) al llegar el miércoles por segunda vez a tierra cerca de San Fernando, a unos 120 kilómetros (175 millas) al sur de la frontera con Estados Unidos.
Eugenio Hernández, gobernador del estado de Tamaulipas —donde está San Fernando— dijo que la tormenta no causó muertes ni heridos de gravedad, aunque las autoridades aún evaluaban los daños.
