LONDRES.- El Parlamento británico planea investigar a la esposa del premier Tony Blair, la abogada Cherie Booth, por cobrar altas sumas de dinero en conferencias internacionales, utilizando su posición y cercanía con el poder para lucrar con ello.
El diputado Alistair Graham, presidente del Comité parlamentario de Estándares Públicos, anunció que está a favor de revisar los códigos ministeriales de conducta, luego que el bloque conservador pidiera investigar a Cherie Blair por acusaciones de "abuso del poder y posición".
Para Graham, Tony Blair y su esposa "están actuando quebrando el espíritu y regulaciones del código" de conducta ministerial.
Chris Grayling, líder de la Cámara de los Comunes en la oposición, acusó a Cherie de explotar y lucrar por su posición dentro de Downing Street, residencia oficial del premier y su familia en Londres, aceptando altas sumas de dinero para hablar sobre detalles de su vida privada en el rol de primera dama.
El código de conducta ministerial confirmó que los intereses privados de un ministro del gobierno "incluyen los intereses privados de su pareja o esposo/a".
Por su parte, parlamentarios laboristas y liberales demócratas criticaron la actuación de Cherie Blair, y exigieron al primer ministro que intervenga en el caso.
Conferencias millonarias
En junio pasado, Cherie, abogada experta en derechos humanos, cobró unos 40.000 dólares por una conferencia, titulada "Conversaciones con la esposa de Tony Blair", que dio en Washington, y que coincidía con la visita de su esposo, Tony Blair, al presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
El mes pasado y tras un creciente pedido para que se la investigara, la esposa de Blair decidió suspender una visita a Malasia, donde tenía previsto inaugurar un centro de compras de un amigo multimillonario.
Cherie esperaba cobrar varios miles de dólares, como también recibir "regalos a cambio".
Según informó la prensa británica, citando a fuentes del gobierno de Whitehall, el propio Tony Blair debió explicarle a su esposa que debería suspender todas sus actividades comerciales, hasta que el código ministerial "clarificara su situación".
Consultado sobre el tema, un portavoz oficial de Downing Street se negó a comentar al respecto.