NUEVA YORK.- Una inusual y arriesgada protesta protagonizó un chileno en el Kimberly Hotel de Manhattan, cuando se colgó de un balcón del edificio y advirtió que había cargado la habitación con explosivos.
Según informó el diario "The New York Times", Mauricio Pavez, de 44 años, quien trabaja como guardia de seguridad en Miami, solicitó una pieza con vista a la calle 50 este y posteriormente, cerca de las 14:00 horas, utilizó una cadena y un arnés para colgarse desde el piso 14.
El sujeto portaba un incoherente cartel que decía algo así como "En Florida y Estados Unidos no obstruir el proceso legal acerca de la información requerida por el turista".
El mismo ciudadano, que tiene un sitio web llamado www.antitourflorida.com, había repartido cientos de panfletos reclamando por la desprotección de los turistas en Florida frente al crimen y por la falta de estacionamientos suficientes.
A través de un llamado de emergencia, Pavez alertó a la policía de que tenía explosivos en la habitación del hotel, lo que obligó a los efectivos a cerrar la calle por una hora. Sin embargo, se comprobó que la alarma era falsa.
Según el periódico, la gente al ver a este hombre vestido de uniforme negro con una bandera estadounidense pensó que era un terrorista.
En una entrevista en 1997 con el diario Miami New Times, Pavez relató que había sido asaltado tras visitar Disney World. Este episodio motivó a que el chileno asumiera la misión de demandar protección a los turistas.
El 13 de junio, de acuerdo con el New York Times, Pavez pidió una habitación en el piso 30 del Millennium U.N. Plaza Hotel y colgó otro cartel además de un muñeco inflable por la ventana.
El curioso manifestante fue sometido a evaluación psiquiátrica y enfrenta los cargos de desorden público y falso aviso de bomba.