QUITO.- La cúpula de las Fuerzas Armadas de Ecuador se reunió hoy por una convocatoria urgente que analizó las repercusiones del anunciado retorno al país del ex Presidente Lucio Gutiérrez, desde la población peruana de Tumbes, fronteriza con esta nación.
La reunión se extendió por más de cuatro horas y estuvo presente el alto mando militar, que no ha realizado pronunciamiento alguno sobre la situación política de Ecuador desde su protagonismo en los hechos de abril, que provocaron la caída de Gutiérrez.
Los militares analizaron además las manifestaciones que se han presentado por dos noches consecutivas frente al palacio de gobierno en apoyo al renunciante ministro de Economía, Rafael Correa, y en rechazo al jefe de Estado, Alfredo Palacio.
Fuentes allegadas a los militares señalaron que la situación es de "alerta".
Incertidumbre en alto mando
"En el Alto Mando hubo incertidumbre", dijo un general de las Fuerzas Armadas.
A esa incertidumbre se sumó el sorpresivo cambio realizado por el Presidente Palacio de su edecán de la Fuerza Terrestre, coronel Fausto Bravo.
Bravo participó el 21 de enero de 2000 en la insurrección contra el gobierno de Jamil Mahuad, movimiento liderado por Lucio Gutiérrez y que lo lanzó a la palestra política.
El pasado 20 de abril, Fausto Bravo, en su calidad de jefe del Grupo Especial de Operaciones Ecuador del Ejército (GEO), protegió a Alfredo Palacio después de que el Congreso unicameral lo posesionó de la presidencia.
Dentro de las Fuerzas Armadas, desde el derrocamiento de Gutiérrez, quien es coronel retirado del ejército, ha existido el constante rumor de malestar.
Versiones extraoficiales señalan que sus compañeros de promoción que no ascendieron a generales hace un mes estarían planificando acciones dentro de las Fuerzas Armadas de respaldo a Gutiérrez.
Ese malestar ha sido permanentemente negado por el ministro de Defensa, Solón Espinosa.