JERUSALÉN.- La mayoría de los colonos de los asentamientos de Gaza se niegan a recibir hoy, martes, las instrucciones del Ejército sobre el desalojo cuando faltan seis días para el comienzo de la evacuación de ese territorio palestino.
Los colonos tendrán que dejar sus casas y sus bienes a partir del lunes 15, y tendrán 48 horas de gracia, hasta el miércoles 17, para hacerlo voluntariamente y contar con la asistencia policial y militar para su traslado a territorio israelí.
A partir del miércoles 17, los que no se hayan marchado serán desalojados por la fuerza, según las instrucciones.
Los secretarios de varios asentamientos se negaron a distribuir el comunicado y las instrucciones acerca de cómo tendrán que proceder con vistas a la "desconexión" de Gaza, que debe comenzar el próximo lunes 15, pues "los sobres no tienen destinatario".
"Estos sobre no tienen destinatario, están en blanco y yo no los distribuiré. Que lo hagan los soldados", dijo el secretario de uno de los asentamientos de Gush Katif, donde un número indeterminado de familias resistirán el desalojo y ahora viven "como si nada".
"Poco más de 100 de 1.600 familias de Gush Katif se marcharon, y tengo encargadas otras 100 mudanzas para los próximos días", dijo un empresario, Amnón Levy, que traslada a los colonos de ese bloque.
Ante la negativa de los secretarios, las autoridades militares a cargo de la "Operación desconexión" ordenaron a los soldados la distribución de la cartilla con las fechas de la evacuación, que comenzará a las cero hora del lunes 15, y las indicaciones sobre cómo proceder, pero tampoco en este caso fueron aceptadas.
Las instrucciones fueron precedidas por una carta del comandante de la región militar del sur, el general Dan Harel, con jurisdicción en la franja de Gaza, que explica que las Fuerzas Armadas, igual que les protegieron en sus asentamientos por orden del Ejecutivo durante años, también ahora, y por pertenecer a un estado democrático, por el imperio de la ley cumplirán con la misión de evacuarlos.
A partir de las cero horas del miércoles 17 miles de agentes policiales y soldados desarmados procederán a evacuar por la fuerza a quienes no hayan acatado la orden del desalojo, que esos efectivos les entregarán casa por casa, en la mañana del lunes 15.
El desalojo comenzará tras la jornada de luto y ayuno del domingo 14, el 9 del mes hebreo de Av, durante la cual los observantes judíos recuerdan la destrucción del antiguo Templo de Jerusalén -símbolo de su independencia en la antigúedad-, el primero por Nabucodonosor en el 526 a.C, y el segundo por Roma en el 70 d.C.
En el período de gracia desde el lunes 15 al martes 16 las familias podrán gozar aún de los mismos privilegios que prevé la ley para aquellos que se marchan voluntariamente, pero a partir del 17 serán desalojadas por la fuerza y perderán parte de sus derechos.
Tras esa jornada de luto, según las instrucciones de los jefes de la "Operación desconexión", la franja de Gaza será sellada para los ciudadanos israelíes, que tendrán prohibido entrar en ese territorio palestino. Tampoco se podrá viajar entre los asentamientos.
Unos 300 camiones servirán para la mudanza de los bienes de los colonos hasta sus nuevas viviendas en Israel, o hasta contenedores dispuestos a lo largo del oleoducto del puerto sureño de Eilat al de Ashkelón, de donde podrán retirarlos cuando lo deseen.
Los rebeldes que rechacen el desalojo serán alojados en hoteles en los que las autoridades militares alquilaron 1.000 cuartos.
Muchos de los colonos acusan al Gobierno de no haber solucionado sus problemas de vivienda ni haberles pagado las indemnizaciones. En cambio, funcionarios de la "desconexión" les responsabilizan por haber "esperado hasta el último momento" y aseguran mediante una campaña publicitaria que tienen "una solución para cada familia".
El Ministerio de Defensa informó ayer de que son 1.583 las familias a evacuar de los asentamientos judíos de Gaza, y otras 200 de otros cuatro asentamientos del norte de Cisjordania, en apariencia mucho menos problemáticos que los de Gush Katif.
