NUEVA YORK.- La sociedad estadounidense se veía confrontada hoy nuevamente con el recuerdo de los atentados del 11 de septiembre, a través de informaciones que hasta ahora no habían sido conocidas por el público y que los medios de Nueva York comenzaron a emitir.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, entregó el viernes 23 CDs con declaraciones de 503 bomberos, agentes sanitarios y otros miembros de equipos de ayuda que actuaron durante el ataque contra el World Trade Center (WTC), que dejó unos 2.700 muertos.
Los medios neoyorquinos transmitían hoy a los ciudadanos escenas del terror sufrido, pero también de la desorientación reinante en vista de que colapsaron las comunicaciones por radio y a causa de las graves falencias organizativas que se registraron.
La publicación de estos testimonios se produce después de tres años de una batalla legal en la que al final se impusieron el periódico "New York Times" y las familias de las víctimas. La ciudad de Nueva York tuvo que entregar para su publicación asimismo los registros de las llamadas de pedidos de auxilio realizadas desde las torres del WTC.
Bloomberg se negaba a hacer públicos los documentos argumentando que podría dañarse la memoria de las víctimas y los sentimientos de sus familiares. Los demandantes subrayaron por su parte el derecho a la información.
Según señala hoy el "New York Times", el análisis de las declaraciones de los asistentes sanitarios otorga "una nueva dimensión" al 11 de septiembre.
"Ellos informan de que era imposible encontrar a alguien que les dijera adónde ir o lo que debían hacer", afirma el rotativo. Los enfermeros se vieron por tanto librados a su propio criterio. No fue posible "desarrollar un sistema ordenado para atender a los heridos".
Las informaciones brindadas por los bomberos sustentan las acusaciones realizadas desde hace años acerca de la total desorganización que hubo, que costó la vida a personas.
"Todas las radios estaban afectadas, la comunicación no existía", declara por ejemplo el bombero Jeffrey Warner. Por eso, sólo unos pocos de los miembros de los equipos de rescate recibieron la advertencia de que las torres se iban a derrumbar y que por tanto debían evacuar los edificios de inmediato.