BOGOTÁ.- La segunda fuerza guerrillera de Colombia se atribuyó el asesinato de dos sacerdotes católicos ocurrido esta semana en el noreste del país, pero señaló que fue un "error" y pidió perdón por el crimen.
"Las muertes fueron producidas por unidades guerrilleras nuestras, por un error de inteligencia y cálculo, facilitado por las características propias del conflicto en la zona", señaló el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en una declaración escrita.
El lunes los sacerdotes Ramón Emilio Mora y Vicente Rosso Bayona, fueron asesinados junto con los civiles José Carrascal y Edgar Vergel cuando el vehículo en el que se desplazaban fue atacado con explosivos y con ráfagas de fusil.
El ataque se registró en una zona montañosa cercana al municipio de Teorama, en el departamento de Norte de Santander, 450 kilómetros al noreste de Bogotá, en la frontera con Venezuela.
"Pedimos perdón a todos los familiares afectados y gentes en general, nos hacemos participes del dolor y la tristeza, nos solidarizamos moral y espiritualmente con tan grave hecho. Nunca ni jamás la iglesia es un objetivo militar", afirmó el grupo guerrillero que recientemente dijo que era difícil iniciar diálogos de paz con el gobierno del Alvaro Uribe.
El ELN aseguró que el hecho, que se produjo en medio de la confrontación con paramilitares de ultraderecha, no quedará impune y que se tomarán medidas disciplinarias internas contra los responsables de acuerdo a su código de guerra.