ALEI SINAI.- Las fuerzas de seguridad israelíes procedieron hoy, domingo, a evacuar seis asentamientos judíos de la franja de Gaza sin encontrar gran resistencia.
En este cuarto día desde el comienzo, el pasado miércoles, de la Operación Confraternidad, serán evacuadas las colonias judías de Slav, Katif y Atzmoná, del bloque de Gush Katif, al sur de Gaza, así como los de Elei Sinai, Nisanit y Dugit, estos últimos situados en el norte de la franja.
Ya se ha registrado hoy la entrada de las fuerzas de seguridad israelíes en los cuatro primeros asentamientos.
Pese a la resistencia inicial de los residentes de Katif, donde viven unas 50 familias, las fuerzas de seguridad israelíes han logrado penetrar en la colonia a primeras horas de la mañana.
Agentes de la Policía israelí en grupos de 17 han ido casa por casa y evacuaban a los colonos de esa cooperativa rural, establecida en 1985.
En Atzmoná, varios colonos quemaron neumáticos a la entrada del asentamiento en señal de protesta para recibir a las fuerzas del Gobierno, que lograron entrar en la colonia sin problemas y a primeras horas de la tarde los residentes han acordado irse por voluntad propia.
Las autoridades han permitido a los colonos del enclave, fundado en 1978 por judíos religiosos, efectuar un último rezo en la sinagoga principal antes de abandonar la zona.
Fuentes policiales dijeron que los residentes de este asentamiento no opondrán resistencia y que han acordado marcharse sin violencia, por lo que decidieron otorgarles tiempo para terminar de recoger sus pertenencias.
Con todo, los residentes de Atzmoná han decidido esperar a que las fuerzas de seguridad procedan a evacuarlos.
En el asentamiento de Alei Sinai, establecido en 1983 por un grupo de colonos que habían sido desalojados de la Península del Sinaí, 42 familias se reunieron en comunidad a la espera del inminente desalojo.
Esta comunidad mixta, donde habitan judíos religiosos y laicos y situada en la zona fronteriza entre el norte de Gaza e Israel, iniciarán a las 17.00 hora local (14.00 GMT) una marcha hacia la vecina localidad israelí de Yad Mordejai, donde pasarán la noche.
Roni Iluz, de 40 años y padre de tres niños explicó a EFE que todas sus pertenencias estaban metidas en una furgoneta de pequeñas dimensiones y que aún no sabe a dónde irá tras la evacuación.
"No nos vamos a pelear por una habitación en un hotel, lo que realmente nos preocupa es nuestro futuro", señaló Iluz, quien trabaja en territorio israelí, como la mayoría de los residentes de este asentamiento.
A diferencia de este israelí, laico y originario de la ciudad de Rishon Letzion, otro colono ortodoxo arrojaba centenares de botellas de plástico en un camino junto a su vivienda, al tiempo que exclamaba: "’Tiro todo esto como nos están tirando a nosotros a la basura!".
"No me saquéis fotos, ¿os gustaría que durante el período de Shivá (duelo funerario judío de siete días) se cebaran contra vosotros y os retrataran de esta forma?", interpelaba a un grupo de periodistas que oteaban su vivienda, en donde tenía una pequeña parcela con un pollino y varias gallinas.
Los residentes de este asentamiento celebraron una reunión comunal en una sala junto a la sinagoga, que era el centro de reunión de las 90 familias que vivían en él.
En la reunión, grandes y pequeños, incluso mascotas con lazos naranjas daban su último adiós a Alei Sinaí, antes de iniciar su partida.
Malka Levy, trabajadora social, que vive con su familia en la colonia desde 1985, asegura que no tiene prisa por marcharse: "Cuando vengan a sacarnos nos iremos, pero todo esto es muy difícil, aún no sabemos dónde terminaremos todos, lo que tenemos claro es que deseamos estar juntos".
A primeras horas de la tarde varios autobuses penetraban en esta colonia, así como coches policiales y del Ejército, que no tardarán en instar a los residentes a que abandonen sus hogares.
Netzarim, situado a dos kilómetros de la ciudad de Gaza, será el último enclave que evacuarán las fuerzas israelíes mañana, lunes y sus habitantes los únicos entre los evacuados de la franja que se radicarán en un asentamiento de Cisjordania, la ciudad de Ariel, después de rezar en el Muro de los Lamentos de Jerusalén.
Desde que comenzó la Operación Confraternidad, el pasado lunes, un 80 por ciento de los 8.500 colonos de Gaza han desalojado sus casas voluntariamente o por la fuerza.