 Jóvenes israelíes se consolaban mutuamente antes de abandonar Netzarim. |
JERUSALÉN.- Las 21 colonias de la Franja de Gaza, donde vivían 8.000 israelíes, están vacías desde este lunes por la tarde, al concluir el desalojo de la colonia de Netzarim, después de una operación militar realizada en un tiempo récord que puso fin a 38 años de ocupación.
"Todos los habitantes judíos de la Franja de Gaza fueron evacuados", afirmó el portavoz de la policía israelí, comandante Avi Zelba, al término de la jornada.
Ocho días después de que el gobierno israelí diera 48 horas a los colonos para abandonar sus casas voluntariamente y seis días después de su irrupción en los diferentes asentamientos para expulsar por la fuerza a sus habitantes, la única presencia israelí en la franja de Gaza es militar.
La última colonia en ser evacuada hoy lunes fue Netzarim, un pequeño asentamiento aislado, donde sus habitantes opusieron apenas resistencia, conscientes de ser los últimos en abandonar este territorio que será restituido a los palestinos dentro de algunas semanas.
Por su ubicación, a unos dos kilómetros de la populosa ciudad de Gaza, y por su aislamiento, Netzarim fue uno de los objetivos israelíes preferidos por los ataques palestinos desde que comenzó la Intifada hace cinco años.
La amargura de estos colonos era grande ya que no hace mucho tiempo, el Primer Ministro Ariel Sharon declaró que Netzarim era parte de Israel y la defendería como si fuera Tel Aviv. Meses más tarde presentaba su plan de retirada de Gaza.
Sin embargo, durante el desalojo no se registró ningún incidente, ni siquiera las barricadas en llamas a la entrada del asentamiento como ocurrió en muchas otras colonias de Gaza.
La oración de despedida
Finalmente, soldados y policías acabaron rezando junto a los colonos una última oración en la sinagoga.
"Os queremos porque sois nuestros defensores pero estáis haciendo algo ilegal", declaró Reuven Rozenblatt, uno de los miembros del consejo municipal.
Precedidos por la Tora, las sagradas escrituras judías, todos los habitantes acabaron montando pacíficamente en autobuses rumbo a Jerusalén, donde rezarán ante el Muro de las Lamentaciones antes de viajar a Ariel, otro asentamiento de Cisjordania, donde serán instalados provisionalmente.
"Mucha gente ha muerto por defender esta tierra y ahora nos tenemos que ir y dejársela a los palestinos como si nada. Es una gran derrota", explicó tristemente Itzik Batzak, habitante de Netzarim.
A partir de ahora, los únicos habitantes de estas colonias son los militares israelíes, encargados de recoger las últimas pertenencias de los residentes, supervisar la destrucción de sus casas y preparar la entrega de las tierras a la Autoridad Palestina.
En algunos asentamientos como Peat Sade o Dugit, las excavadoras y apisonadoras ya comenzaron a demoler las casas de los colonos desde el domingo.
Los colonos no opusieron mayor resistencia
La operación militar "Una mano tendida a los hermanos", como fue llamada la retirada israelí de estas tierras, ocupadas después de la guerra de los Seis Días (1967), fue más rápida que lo previsto por las autoridades israelíes.
Según el general Dan Harel, comandante de la región militar sur, en la mayoría de los casos los colonos se marcharon antes de la llegada del ejército o salieron de sus casas junto a los soldados sin gran resistencia.
Mientras tanto, miles de soldados preparaban hoy sus posiciones para desalojar a partir del martes Homesh y Sanur, dos de las cuatro colonias del norte de Cisjordania que también están incluidas en el plan de retirada de Sharon.
Según la tradición judía, estos asentamientos se localizan en el norte de Samaria, el corazón del gran Israel descrito en la Biblia. Pero en la realidad son colonias aisladas, situadas en lugares de difícil acceso y rodeadas de ciudades palestinas cuyo interés militar es insignificante para el gobierno.
El desalojo de estas dos colonias se prevé complicado y los soldados ya han sido objeto de varios ataques por parte de los colonos, apoyados por cientos de militantes venidos del exterior.
La policía teme que en estos asentamientos exista un arsenal de armas, caseras o incluso más sofisticadas, que dificulten la operación policial.
Kadianim, las dos otras dos colonias de Cisjordania que también deben ser desmanteladas, están ya vacías.
Sharon ha advertido a los palestinos que la retirada de las 21 colonias de Gaza y cuatro de Cisjordania no implica el fin de la colonización ni que su Estado vaya a renunciar a partes de Jerusalén.