PARIS.- Catorce niños en total figuran entre las 17 víctimas del incendio ocurrido en un edificio de París la madrugada de este viernes, informó una fuente policial.
Además hay 28 heridos, entre ellos un bombero, cuatro de los cuales se encuentran graves, según un recuento realizado a las 05:00 locales, hora en que el origen del siniestro aún no había sido determinado.
Este incendio es uno de los más letales ocurridos en París al menos después de la Liberación. El 15 de abril de 2005, 24 personas, también inmigrantes, murieron en el incendio del hotel Paris-Opera, y el 6 de febrero de 1973, 20 personas, entre ellos 16 niños, murieron en el incendio de un colegio.
Unas 130 personas -entre ellas un centenar de niños-, oriundas de Mali, Senegal, Costa de Marfil o de Gambia, vivían en el edificio de siete pisos construido en los años 20 en una avenida próxima a la Plaza de Italia.
Estas familias habían sido instaladas en el inmueble, cuyo último piso estaba condenado, por organizaciones humanitarias, dijo la fuente.
Inmigrantes en malas condiciones
Según dos testimonios recogidos, el edificio era particularmente vetusto. "Había ratas y ratones", indicó un habitante, en tanto que una vecina afirmaba que "las escaleras de manera se movían".
El fuego, particularmente violento, se propagó por la caja el ascensor, entre el tercero y el sexto piso, devastando esos niveles y provocando escenas de pánico, según los testigos.
Mohammed Sissé, que llegó al lugar a las 1h30, contó haber viso llamas en particular entre el tercero y quinto piso. "Vine buscando noticias de mis primos, una pareja con dos niños que vivían en el cuarto piso. No los hemos visto salir, estamos muy preocupados", dijo.
"Se veía muchos niños que gritaban en las ventanas", agregó.
Unos 210 bomberos, de 22 cuarteles, fueron movilizados para combatir el siniestro, que fue dominado.
En un contacto con la prensa, un oficial de bomberos subrayó que en el edificio había "una muy fuerte densidad humana, con una mayoría de personas procedentes de Mali. La caja de la escalera fue rapidamente destruida por el fuego, por lo que la gente salió a las ventanas".
En su opinión, la mayor parte de víctimas murieron asfixiadas.
Decenas de mujeres y niños africanos, protegidos con mantas de sobrevivencia, eran reconfortados por miembros de la Cruz Roja y de la Protección Civil en un café cercano, convertido en centro de operaciones, constató una periodista.
Una célula médico-psicológica fue organizada de inmediato.
El alcalde de París, Bertrand Delanoe, quien se encuentra en la ciudad de La Rochelle (oeste) para asistir a un evento político, declaró su "estupor" y su "emoción profunda" frente a la tragedia y anunció que volvía a París.
El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, y el prefecto de París, Pierre Mutz, estuvieron presentes en el lugar, mientras la policía de la Brigada Criminal abría una investigación para determinar las causas del siniestro.
