BOGOTA.— La policía y el ejército tomaron el control de la llamada zona de ubicación tras la desmovilización el sábado de unos 300 hombres de la seguridad de los jefes paramilitares, los últimos armados ilegales en esa región del noroeste de Colombia.
Al menos 275 efectivos del ejército y la policía rodean la zona en diferentes puestos de control y acceso. Otros 40 policías llegaron para cuidar y servir de enlace entre la población civil y las autoridades.
Con un retraso de más de dos horas, el comisionado presidencial para la paz, Luis Carlos Restrepo, recibió las armas de corto y largo alcance de los paramilitares desmovilizados. En días anteriores ya se habían recibido otras armas.
Como testigo internacional asistió Sergio Caramagna, jefe de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA.
Informes periodísticos desde la zona dijeron que la programación se vio afectada por la verificación que debió hacer el comisionado de una presunta incursión de la guerrilla a la zona rural de Valencia, muy cercana a zona de ubicación, a unos 430 kilómetros al noroeste de la capital colombiana.
Según la oficina de prensa del comisionado, un grupo de mujeres colocó "sobre las armas una tela blanca y flores como símbolo de paz".
En el área destinada especialmente por el gobierno para reunir a los jefes paramilitares, aún permanecen algunos comandantes que son investigados junto a combatientes rasos, acusados de delitos atroces y a los cuales se les aplicará la Ley de Justicia y Paz.
La desmovilización incluyó a los sectores de seguridad de los jefes paramilitares, así como a un grupo de ilegales del Bloque Pacífico a cargo de Francisco Zuluaga, conocido también como Gabriel Galindo, alias "Gordo lindo", quien está solicitado en extradición por Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico.
Zuluaga es señalado de ser un narcotraficante que aprovechó las negociaciones de paz con los paramilitares, para evadir, al menos temporalmente, la solicitud de la justicia de Washington.
Unos 150 hombres conformaban la escolta de los comandantes paramilitares que desde julio del 2003 permanecieron en esta región en negociaciones con el gobierno del Presidente Álvaro Uribe para el desarme y desmovilización de sus hombres.
Las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) son una organización en la que convergen varias agrupaciones autónomas.
Desde el pasado jueves las autoridades civiles tramitan los documentos de identidad para que los paramilitares desmovilizados puedan acceder a los beneficios que les otorga el gobierno.
A la fecha cerca de 10.000 combatientes han reingresado a la vida civil y se espera que otros 10.000 hagan lo propio antes de finalizar el 2005.
"La policía nacional va a asumir el control total de la zona de ubicación hasta tanto el gobierno nacional así lo ordene", declaró el coronel Javier Fernández Leal —quien será el comandante oficial en la zona— a la emisora Caracol desde Santa Fe Ralito.
Aunque hubo una denuncia de hostigamiento guerrillero en el lugar, el ejército y la policía indicaron que no hallaron evidencia de la presencia de insurgentes en la región.
En Bariloche, Argentina, los cancilleres del Grupo de Río emitieron el viernes una declaración en la cual expresaron su apoyo al esfuerzo que realiza el gobierno en el restablecimiento de la paz en Colombia.
