BAGDAD.- El parlamento de Irak podría finiquitar el domingo el bosquejo de la Constitución, estableciendo una campaña de referéndum que estará más o menos dividida dependiendo de la respuesta de los negociadores de la minoría a un compromiso con Estados Unidos.
Después de dos semanas de plazos y supuestas ofertas finales, podría terminarse asumiendo que la discusión sobre el texto finalice en las próximas 24 horas, pero ésa era la línea insistente tomada por los chiítas y los kurdos que encabezan el gobierno.
Están en juego los esfuerzos de Estados Unidos por provocar un giro una vez que la minoría árabe dominante sunita logre un consenso, lo que evitaría una división, particularmente para la campaña para el referéndum de mediados de octubre.
Una campaña dividida podría envenenar la política iraquí y forzar a un retroceso en el proceso de reconstrucción de la nación para abrir la posibilidad de que los sunitas bloqueen las votaciones.
El Presidente George W. Bush, haciendo frente a protestas por las docenas de muertes americanas al mes en manos de los insurgentes sunitas, dijo que está de acuerdo con que la nueva constitución ayudará a que finalice la rebelión y entonces las tropas estadonunidenses puedan volver a casa.
Pero Bush rechazó otra vez los llamados para retirarlas por ahora.
"Nuestros esfuerzos en Irak y en el Oriente Medio requerirán de más tiempo, más sacrificio y resolución continuada", afirmó el sábado en un mensaje radial.
Aunque no fue confirmado, los militares de Estados Unidos anunciaron que dejaron en libertad a 1.000 sospechosos insurgentes que estaba detenidos en la prisión de Abu Ghraib, a petición del gobierno irakí en lo que fue visto como una concesión a las demandas de los sunitas, cuya comunidad está profundamente resentida por las detenciones sin cargos.
Las negociaciones alrededor de la constitución, que involucran a líderes de grupos rivales sectarios y étnicos, así como también a funcionarios diplomáticos estadounidenses, se han llevado a cabo en medio de una serie de declaraciones públicas contradictorias.
Líderes políticos de la minoría sunita, sector dominante durante el gobierno de Saddam Hussein, han resistido con fiereza el borrador para la constitución propuesto por los partidos chiítas y kurdos que encabezan el gobierno.
Líderes chiítas y kurdos, así como también Washington, están esperando alcanzar un acuerdo con los líderes sunitas para la constitución en un intento por neutralizar la insurgencia y permitir que 140.000 tropas estadounidenses abandonen el lugar.