EMOLTV

Agujero de la capa de ozono alcanza su mayor tamaño desde 2000

El área de abertura tiene unos 10 millones de kilómetros cuadrados, casi la extensión de Europa, alcanzando el mayor tamaño en los últimos cinco años.

30 de Agosto de 2005 | 13:20 | ANSA
ROMA.- El agujero en la capa de ozono sobre la Antártica comenzó a extenderse a mediados de agosto hasta alcanzar un área de 10 millones de kilómetros cuadrados, similar a la extensión de Europa, según datos del satélite Envisat, de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Ésta es una extensión considerada insólita para este período del año, alcanzada en el pasado solamente dos veces, en 1996 y en 2000. Se prevé que también en setiembre el proceso continúe hasta llegar a su máxima expansión.

Según la agencia espacial, las variaciones meteorológicas en diversas regiones del hemisferio sur pueden alterar los niveles de ozono en el polo, donde prevalecen los vientos del vórtice polar.

Las bajas temperaturas del invierno y la oscuridad contribuyen a la formación de nubes que contienen cloro, además del nitrógeno y el hidrógeno, uno de los elementos letales para la capa.

Una molécula de cloro puede destruir miles de moléculas de ozono.

Los expertos creen que el agujero crecerá aún más en las próximas semanas, cuando la primavera llegue al Polo Sur y la combinación de los nuevos rayos del Sol con las nubes polares en la estratosfera provoque la descomposición del ozono en moléculas de oxígeno.

Seguimiento constante

"Sciamachy", el espectómetro del Envisat, controla las dimensiones del agujero de ozono, y prosigue así con el trabajo realizado en el pasado por el experimento GOME (Global Ozone Monitoring Experiment) a bordo de otro satélite de la ESA, ERS-2.

Las dimensiones del agujero son relevadas constantemente en el marco del protocolo de vigilancia atmosférica PROMOTE, adoptado en el ámbito del servicio GMES (Global Monitoring for Environment and Security), fruto de una iniciativa conjunta entre la ESA y la Comisión Europea.

Gracias al servicio PROMOTE, los datos recogidos por los satélites son combinados con los meteorológicos y de simulación de vientos y utilizados por la Organización Meteorológica Mundial para elaborar el Boletín del Ozono sobre la Antártica.