BRASILIA.- El Presidente Luiz Inacio Lula da Silva destacó hoy lunes la estabilidad y crecimiento de la economía brasileña a pesar de la turbulencia política, generada con incesantes denuncias de corrupción en el gobierno y el Congreso.
En Brasil "estamos viviendo un momento muy bueno para la economía. A pesar de la turbulencia política... estamos con la economía creciendo", dijo Lula en su programa radial "Café con el Presidente".
"La sociedad brasileña comprende que la economía necesita dar buenos resultados, porque dando buenos resultados, va a dar aún mejores resultados para los 186 millones de brasileños", aseguró.
"La inflación está controlada y lo que es más importante: el empleo está creciendo", añadió el mandatario.
Aseguró que junto a esos buenos resultados de la economía, la aplicación de programas sociales, como la entrega de subsidios directos de entre 15 a 95 reales al mes (de 6,5 a 41 dólares), también eran importantes porque "cuando se lleva un poco de dinero a las personas más pobres, ellas también se convierten en consumidores, van al supermercado a comprar, compran ropa, compran comida".
Las autoridades informaron la semana pasada que la economía brasileña, la más grande de Sudamérica, creció 3,9% en el segundo trimestre del año, comparado al mismo período del 2004. El primer trimestre del 2005, la economía creció 2,8%.
Y a pesar de las críticas de sectores empresariales e industriales por lo elevado de la tasa interés referencial del mercado, ubicada en 19,75%, se ha logrado una baja de la inflación, estimada en 5,3% para este año, es decir mucho más cerca de la meta del gobierno de 5,1%.
La desocupación viene cayendo desde agosto del 2004, cuando fue de 11,4% y se ubicó al cierre de julio último, últimos datos disponibles, en 9,4%.
Pero mientras la economía es la fuente de buenas noticias para el gobierno, el campo político es motivo diario de nuevos problemas.
Sumadas a las denuncias de corrupción surgidas en junio contra miembros del Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, los tres principales semanarios brasileños trajeron en sus ediciones publicadas el fin de semana, revelaciones sobre supuestos cobros de coimas por parte del presidente de la Cámara de Diputados, Severino Cavalcanti, del pequeño Partido Progresista (PP), aliado del mandatario.
En sendos comunicados el viernes y el domingo, Cavalcanti negó los señalamientos de haber cobrado 10.000 reales al mes (unos 4.300 dólares) al concesionario que maneja un restaurante en el Congreso para mantenerle el contrato anual. Cavalcanti dijo además que él mismo ha dispuesto investigaciones internas sobre los contratos.
