BUENOS AIRES.- Los médicos de un hospital de la ciudad argentina de Córdoba pidieron hoy a la jueza encargada del caso de un bebé en estado de coma que autorice la desconexión del respirador artificial que mantiene con vida a la pequeña.
La niña de cuatro meses, identificada como Ludmila y víctima de una presunta paliza de sus padres, permanece en coma desde el pasado lunes con gravísimas lesiones cerebrales y, según un informe del personal médico que la atiende, "su situación es irreversible".
"Médica y legalmente está muerta, aunque sea muy duro decirlo", confirmó hoy la doctora Susana Caminos del Hospital Italiano de la ciudad de Córdoba, 700 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
La jueza Amalia García de Fabre, que aún no ha autorizado a los médicos para que desconecten el respirador, indicó que los padres están detenidos, pero conservan la patria potestad sobre Ludmila.
"Formalmente están imputados de lesiones graves calificadas, pero no han sido condenados", declaró en referencia a Sebastián Barchetti, de 22 años, y Estefanía Santa Cruz, de 21, los padres de la niña.
A la magistrada se le ha abierto una investigación por presunta negligencia, tras conocerse que la abuela paterna del bebé había denunciado ante la Justicia, hace dos meses, que la niña era víctima de malos tratos por parte de sus progenitores.
La denuncia no fue tomada en cuenta por García de Fabre, según fuentes judiciales, pese a que la pequeña presentaba una fractura en un brazo.
"Yo soy abogada y no médica", adujo la jueza al relatar que, en aquella ocasión, no tomó ninguna medida porque los propios médicos del hospital en el que está internada le informaron de que la lesión se había producido accidentalmente, cuando Ludmila estaba junto a sus padres en la cama.
