WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU., George W. Bush, afirmó hoy que acepta "toda su responsabilidad" en la gestión del desastre causado por el huracán Katrina y reconoció que hubo "serios problemas en la respuesta en todos los niveles del Gobierno".
En una rueda de prensa con el Presidente de Irak, Yalal Talabani, Bush aseguró que quiere saber cómo mejorar la cooperación en caso de otro desastre, ya sea de origen natural o terrorista.
El Mandatario, no obstante, expresó su decisión de defender a quienes "hicieron todo lo que pudieron para responder" al desastre desde los primeros momentos.
Bush ya había anunciado anteriormente su intención de abrir una investigación sobre lo sucedido en los primeros momentos tras la entrada en tierra de Katrina.
Las críticas a esta respuesta, que fue lenta y pobre, se han multiplicado en los últimos días, cobrando su primera víctima política, el director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias, Michael Brown, quien el pasado viernes fue relevado de la dirección de las operaciones por el secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff.
El lunes, el propio Brown anunció su dimisión del puesto que aún conservaba a nivel nacional.
Descontento nacional
El descontento nacional ha quedado en evidencia en todas las encuestas. La última de ellas, elaborada entre el 8 y el 11 de este mes por Gallup para el diario "USA Today" y la cadena de televisión CNN indica que el 54 por ciento está en desacuerdo con la forma en la que el Presidente Bush ha manejado la crisis. En tanto, el 43 por ciento aprueba su gestión en este tema.
Al mismo tiempo, el sondeo encuentra un amplio consenso -el 70 por ciento- en la población que quiere una investigación independiente para determinar por qué hubo fallos en la asistencia a los damnificados.
La encuesta fue hecha sobre una muestra de 1.005 estadounidenses adultos y tiene un margen de error de un 3 por ciento.