Shangai.- El Gobierno chino ha decidio tomar fuertes medidas para fomentar el uso del mandarín y limitar las hablas regionales, especialmente en Shangai, donde se utiliza el dialecto más extendido, el shangainés o wu.
De esta forma, En Shangai se crearán patrullas que recorrerán las calles de la ciudad para corregir a aquellas personas que hablen "un mandarín incorrecto", y exigirá a los empleados de servicios pasar exámenes de mandarín antes de poder trabajar en el sector.
Además, será obligatorio que tales empleados comiencen la conversación en mandarín, con el tradicional saludo "ni hao", en lugar del shangainés "nunjau".
El shangainés o wu, hablado por 87 millones de personas, es utilizado con orgullo por los habitantes de Shangai como una forma de diferenciarse de sus grandes "rivales", los pequineses (que sí usan el mandarín) y es el idioma preferido para cerrar negocios en la ciudad, principal centro comercial y financiero del país.
Aunque el shangainés es prácticamente imposible de entender por un hablante de mandarín no iniciado y su sonoridad es muy diferente, es considerado oficialmente un dialecto y no un idioma y China prohíbe su uso en radio, televisión y publicidad, así como en la escuela.
El mandarín o chino estándar es de enseñanza obligatoria en todo el país, de 1.300 millones de habitantes, incluso para las minorías étnicas.
En 2004, China prohibió la emisión de los dibujos animados "Tom y Jerry" en shangainés, el único programa que hasta entonces se podía ver y escuchar en ese lenguaje.
Otra medida dirigida a "preservar la pureza del mandarín" es la anunciada hoy por el gobierno local de Kunming, al sur de China, que ha decidido prohibir el uso de vocablos "que suenen a extranjero" al interior de la ciudad.