LIMA.- El otorgamiento del pasaporte al ex presidente Alberto Fujimori en el consulado de Tokio generó malestar en Perú, donde dirigentes políticos cuestionaron que obtuviera dicho documento, a pesar a su condición de prófugo de la justicia.
Fujimori, quien también tiene la nacionalidad japonesa, recibió su pasaporte peruano el ayer martes en Tokio, lo que generó reacciones adversas entre dirigentes políticos y funcionarios judiciales, quienes ven en la actitud del ex mandatario un intento de generar un efecto político indebido hacia las elecciones de 2006.
Salvo sus partidarios, los analistas consideran poco posible que el ex Presidente entre 1990 a 2000 regrese al Perú, cuya justicia ha reclamado de manera reiterada a Japón que le entregue al ex mandatario por casos de corrupción y de derechos humanos.
El congresista José Barba consideró que "Fujimori es un cobarde que se escuda en su doble nacionalidad" y lo desafió a que regrese al país para someterse a la justicia.
"Si ya sacó pasaporte, yo le pago el pasaje y en primera clase. Pero no lo va a hacer porque está fanfarroneando. Jamás va a venir porque es un cobarde", señaló el parlamentario.
Otro congresista, Alcides Chamorro, también consideró que pedir el pasaporte no significa que regresará al país, sino que servirá para apoyar candidaturas legislativas que se presentarán a las elecciones en su nombre.
"No va a venir. Lo que pretende es lograr una presencia significativa en el Congreso para negociar impunidades", dijo.
Ayer, el vocero de Fujimori en Lima, Carlos Raffo, había señalado que "es evidente que éste es un paso más en su camino de retorno".
Mientras, el propio Fujimori había señalado en Tokio que el pasaporte "es la prueba evidente de que soy 100% peruano y que estoy en condiciones de prepararme para el próximo año", aludiendo a las elecciones de abril de 2006.