BERLIN.- Angela Merkel, debilitada tras un decepcionante resultado en las elecciones generales alemanas, pedirá hoy a los conservadores que la respalden como líder del Parlamento mientras se prepara para enfrentar duras negociaciones para formar el nuevo gobierno.
Los miembros del partido Demócrata Cristiano y su aliado, la Unión Social Cristiana (CDU y CSU, respectivamente) han apoyado a Merkel desde que ganó estrechamente el domingo al Partido Social Demócrata (PSD) del canciller Gerhard Schroeder en una votación en la que se esperaba que se impusiera con facilidad.
Se espera que le den un impulso simbólico cuando se reúnan a las 4:00 pm. en Berlín para confirmar su liderazgo. Pero luego el reloj comenzará a correr para Merkel.
Contará con menos de un mes para convencer al PSD de abandonar su insistencia en que Schroeder gobierne Alemania o persuadir a los Verdes para que se sumen a una alianza con los liberales Demócratas Libres (FDP, por sus siglas en inglés).
El fracaso en lograr un acuerdo podría llevar a los líderes del poderoso CDU a quitar su apoyo a Merkel, que ha sido culpada de llevar a cabo una campaña llena de deslices. Eso podría suponer su final político en Alemania.
Difícil panorama
"Una Merkel gravemente herida tiene que ir a la ofensiva en las negociaciones de coalición", dijo el periódico Sueddeutsche Zeitung. "Hasta ahora los cuchillos en su partido no han salido a la superficie por ella", añadió.
Sólo hace unas semanas, Merkel, de 51 años, era vista como la líder que sacaría a Alemania de su difícil situación económica y alentaría una serie de reformas en Europa, desde París hasta Roma.
Pero tras no lograr una mayoría parlamentaria con sus aliados del FDP y considerando que su partido obtuvo un resultado de entre un 6,0 y un 7,0 puntos porcentuales por debajo de lo previsto por los sondeos, el poder de Merkel parece frágil y su futuro como canciller está en cuestión.
"¿Canciller o colapso?", señaló el periódico más vendido de Alemania, Bild. "El destino de Merkel se decidirá en los próximos días", agregó.
La incertidumbre ha pesado sobre los mercados y podría dificultar las decisiones a nivel de la Unión Europea sobre las reformas necesarias para revivir el estancamiento económico del bloque.
Desafío de Schroeder
Pese al hecho de que el PSD obtuvo tres escaños menos que Merkel en las elecciones, Schroeder prometió no renunciar a la cancillería sin luchar.
Su partido parece dispuesto a tratar de atraer al FDP, creando la llamada coalición de "semáforo" con los Verdes.
Incluso tras una agria campaña en la que Schroeder retrató a Merkel como una fría radical con intención de desmantelar el sistema de bienestar es acusaron al canciller de mentiroso, muchos analistas creen que una "gran coalición" entre los dos partidos sigue siendo el resultado más probable.
El debate ahora es si eso será posible con Merkel o Schroeder en la cancillería. Los partidos intentarán acordar un gobierno mayoritario para el 18 de octubre, cuando debe sesionar el nuevo Parlamento.
