Máxima tensión |
LOS ANGELES.- Con una maniobra de gran experiencia, el piloto del avión de JetBlue con 145 pasajeros a bordo logró un impecable aterrizaje de emergencia, aun cuando durante un buen trecho las llamas aparecieron por debajo del aparato, temiéndose un descenlace fatal.
El avión tenía el tren delantero torcido por lo que el piloto optó por carretear y bajar "la naríz" en los últimos minutos. Fueron tres horas de tensión desde que se reportó el desperfecto en el despegue y afortunadamente todos los pasajeros y tripulante salvaron ilesos.
El avión registró un problema con su tren de aterrizaje y fue desviado el miércoles al aeropuerto internacional de Los Angeles para un arribo de emergencia, dijeron funcionarios. Voló durante tres horas y botó el combustible sobre el océano.
El vuelo 292, tenía como destino el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York, realizó el aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Los Ángeles.
"Poco después de que el avión despegó, el piloto descubrió que podía tener un problema con el tren de aterrizaje", dijo el portavoz, Donn Walker. "Ahora está sobre el océano vertiendo combustible", dijo el, portavoz cuando llevaba dos horas de vuelo.
El Airbus 320 voló sobre la torre del aeropuerto Long Beach, al sur de Los Angeles, donde los funcionarios confirmaron el problema, dijo un portavoz de ese terminal aéreo.
La televisión estadounidense estuvo siguiendo el vuelo y se observó que el aparato tenía el tren delantero con sus ruedas torcidas.
Personal del aeropuerto tenía preparada la pista y bomberos y cuerpos de socorro estaban prestos para la emergencia. El piloto hizo el aterrizaje cuando el combustible estuvo en su nivel cero.
Una vez que el avión se detuvo y las llamas producto del roce se apagaron pasaron algunos minutos en que el aparato fue rodeado por los carros de emergencia. Sin embargo, todo tuvo un final feliz y los pasajeros bajaron tranquilos por una escala normal de descenso.
