BAGDAD.- Cinco personas murieron en un atentado que sacudió el viernes el corazón de Bagdad, en momentos en que el Presidente estadounidense George W. Bush advertía de la probabilidad de que se produzca una nueva oleada de violencia al acercarse el referéndum del 15 de octubre sobre la Constitución de Irak.
Entretanto, un allegado al gran ayatolá Alí Sistani, figura emblemática de los chiítas de Irak, dio a conocer que éste iba a publicar una fatwa (decreto religioso) en favor del ’’sí’’ a la Constitución.
Cinco iraquíes fueron muertos y otros siete quedaron heridos a mediodía en la explosión de una bomba en un minibús en la plaza Al-Tayaran, al centro de Bagdad.
El jueves, el presidente Bush había advertido contra una nueva oleada de violencia al acercarse el referéndum, así como también la elección general de diciembre, al tiempo que excluyó una retirada militar estadounidense de Irak.
Por su parte y en previsión del referéndum, el gran ayatolá Alí Sistani publicará una fatwa llamando a los iraquíes a votar ’’sí’’ al proyecto de Constitución, afirmó una fuente allegada a la principal autoridad religiosa de los chiítas de Irak.
El jueves, el gran ayatolá se había pronunciado en favor del ’’sí’’ al proyecto de texto constitucional, según un responsable de su gabinete en la ciudad santa de Nayaf (160 km al sur de Bagdad).
También el jueves, otro dignatario religioso chiíta, el gran ayatolá Ishak Al-Fayad, había pedido asimismo a los iraquíes que votaran ’’sí’’ al proyecto de texto.
Numerosos sunitas - entre los cuales el Comité de los ulemas musulmanes, la principal asociación de religiosos sunitas, y el Partido Islámico iraquí, el más importante partido de esta comunidad - llamaron por su parte a votar ’’no’’.
Estos últimos consideran en particular que el principio de federalismo inscrito en el texto es un preludio a la división del país.
Los chiítas fueron los grandes vencedores de las elecciones generales de enero pasado, mientras los sunitas, favorecidos durante el régimen de Saddam Hussein, boicotearon los comicios.
Además del atentado contra el minibús, los ataques provocaron la muerte de trece iraquíes y de dos soldados estadounidenses el jueves y el viernes.
En Mosul, a 370 km al norte de Bagdad ’’diez cadáveres fueron recibidos desde el jueves en la morgue’’, del centro de la ciudad, según un médico.
Un soldado estadounidense murió el jueves en la explosión de una bomba-trampa y otro fue muerto a balazos al oeste de Irak, según informó el ejército estadounidense este viernes.
Un obrero ferroviario fue muerto el jueves en la noche y otros seis heridos en la explosión de un artefacto colocado junto a la vía en Latifiya (40 km al sur de Bagdad), según fuentes policiales y médicas.
Los cuerpos de dos civiles muertos a balazos fueron encontrados el viernes en la mañana en Daira, localidad entre Iskandariya y Latifiya.
